El Peque remontó un partido tremendo ante el sudafricano Anderson, número 7 del mundo. También por octavos, Del Potro enfrentará a Isner.

Diego Schwartzman sigue adelante con su sueño en Roland Garros. El Peque perdía dos sets a cero con el sudafricano Kevin Anderson, número 7 del mundo, pero remontó y completó la hazaña con una victoria inolvidable. Fue 1-6, 2-6, 7-5, 7-6 (0) y 6-2 en un partido realmente loco, que le dio el pase a cuartos de final. Ahora se tendrá que ver las caras con Rafael Nadal, el máximo favorito.

El Peque la pasó muy mal durante los dos primeros sets de su choque de este lunes. Su rival, el sudafricano Kevin Anderson, número 7 del mundo y sexto preclasificado en el certamen parisino, dominó claramente esa parte del partido.

Apoyado en una devolución muy precisa y potente, Anderson martilló sobre el saque del argentino de entrada. Quebró en el segundo game y aunque el Peque pudo recuperarse enseguida con su propio break, en el juego siguiente resignó de nuevo su servicio.

Sin fisuras, Anderson volvió a quebrar en el sexto juego y así, con cuatro games consecutivos y el argentino sin poder mantener su saque en todo el primer parcial, clavó el 6-1 con el que se cerró ese capítulo.

Anderson impacta ante Schwartzman con su potente derecha. (Foto: AP)

Anderson impacta ante Schwartzman con su potente derecha. (Foto: AP)

El nivel de aciertos de Anderson se mantuvo en el segundo set, y el Peque no mostró tampoco grandes argumentos para revertir la historia. Un nuevo quiebre del sudafricano, de entrada nomás, dejó claro que el argumento de la obra estaba lejos de cambiar.

Aunque en el tercer game Schwartzman consiguió mantener su saque para frenar la sangría y lo festejó con un grito elocuente -llevaba seis games cedidos consecutivamente y no había podido ganar su juego de servicio en todo el partido-, poco cambió. Anderson no tardó en estirar aun más su ventaja con un nuevo break para sellar el 6-2. Si no cambiaba algo pronto, la historia marchaba inevitablemente hacia una derrota para el argentino.

El tercer parcial mostró algo más de paridad, aunque en el séptimo game llegó el temido quiebre del sudafricano. Diego tuvo la chance de recuperarse inmediatamente y dispuso de un doble break point, pero no pudo aprovechar sus chances. Parecía que estaba por terminarse la historia, pero el Peque se abrió una ventana a la ilusión al mantener su saque y ya definitivamente contra las cuerdas, en el décimo game, concretar el break point que entregó Anderson para ponerse 5-5.

Una sensación diferente se instaló de pronto en la cancha. El sudafricano bajó su porcentaje de aciertos y Diego se aferró a ese momento del partido. Y en el duodécimo juego capitalizó otra vez el primer break point del que dispuso, con un revés cruzado al que Anderson ni siquiera corrió. Era el 7-5 para el argentino y la ilusión de que la historia podía darse vuelta.

Pero cuando juega Schwartzman, los quiebres parecen ser moneda corriente, tanto de un lado como del otro. Y así fue en el comienzo del cuarto parcial. Se adelantó Anderson con el saque de argentino, respondió el Peque y volvió a golpear el sudafricano para sacar ventaja.

Como si fuera un espejo, el final del cuarto parcial se presentó muy similar al del tercero. El número 7 del mundo sacaba 5-4 para sellar su pase a cuartos de final, pero el argentino volvió a quebrar, esta vez en cero, y estiró la definición.

La diferencia con el set anterior comenzó a verse en el duodécimo game. Porque Schwartzman no volvió a romper el saque de su rival y el parcial se fue a un desempate. Pero allí siguió su remontada. Se impuso con contundencia por 7-0 y estiró el partido a un quinto set.

Si de quiebres se habla, el quinto set potenció lo ocurrido en el resto del partido. Porque en los primeros cinco games, ninguno de los dos pudo mantener su servicio. El que salió mejor parado de esa situación fue el Peque: confirmó en el sexto su diferencia por 4-2.

Pero habría más. En el séptimo volvió a quebrar Schwartzman y en el octavo liquidó el partido. En casi cuatro horas de partido alcanzó la hazaña y se metió en cuartos de final, donde deberá medirse con el español Rafael Nadal (2°), máximo favorito a ganar el torneo.

La victoria de este lunes fue la primera sobre un top ten en polvo de ladrillo y también la primera que levanta una desventaja de dos sets en su carrera. Además, debutará en los cuartos de final de Roland Garros y tiene casi asegurado su mejor ranking (11°) para el lunes. Anderson no había perdido ningún set en este certamen.

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