El primer embate formal en contra de Roberto Palina surgió de un grupo de dirigentes justicialistas ligados al vicegobernador, Osvaldo Jaldo. El secretario de Trabajo había promovido en la vuelta de José Alperovich a la Gobernación y desde sectores del peronismo no se lo perdonaron. Es más, consideran que el gobernador, Juan Manzur, debería pedirle la renuncia.
“Como consecuencia de las desafortunadas manifestaciones realizadas por el presidente del Partido de los Trabajadores y actual secretario de Trabajo de la Provincia, un grupo de autoridades, dirigentes y militantes del Partido Justicialista del departamento Cruz Alta, nos vemos en la obligación de hacerle llegar nuestro más profundo y enérgico rechazo a la pretendida intromisión en las decisiones inherentes a las autoridades partidarias y al pueblo peronista”, reza el primer párrafo del documento.
“Totalmente convencidos que esta actitud es mínimamente inoportuna y temeraria ya que alguien que es un funcionario que apareció ‘por generación espontánea’ sin ningún antecedente peronista; para colmo, con antecedente ‘comunoide’ o ‘radicheta’, del que ni se avergüenza ni reniega”, ampliaron.
“Existiendo ‘contras’ que ofician de peronistas y peronistas que trabajan como contras, solicitamos al gobernador la inmediata renuncia del funcionario, preservando dicho cargo para quien conozca los códigos, los lenguajes, los temas que podía evocar y los momentos para hacerlo”, finalizaron Mario Humoller (congresal provincial), Marcelo Sánchez (ATE), Andrés Jaime (Atepyss), Ricardo Salomón (congresal nacional), Arturo Soria (congresal provincial) y Víctor Hugo Cardozo (congresal provincial), entre otros.
FUENTE: La Gaceta