Aumenta la tensión con el Gobierno y fuentes gremiales coinciden en que la huelga “es inevitable” y se concretaría antes de fin de mes
La relación entre el Gobierno y la CGT suma tensión y gana fuerza la convocatoria a un paro nacional . La reunión entre los jefes de la central obrera y representantes de la Casa Rosada, que estaba prevista para hoy, quedó suspendida.
El encuentro se había acordado el jueves de la semana pasada, cuando el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, recibieron a la conducción de la CGT para evitar que llamaran a una huelga.
Aquella reunión reabrió la negociación entre el Gobierno y la central para recomponer salarios por la inflación y avanzar con un pacto antidespidos. Puntualmente, se definió una agenda de cinco puntos sobre los que la Casa Rosada iba a dar hoy una respuesta: una recomposición salarial de hasta 5% para aquellos sectores que firmaron paritarias en 15%; la eximición del impuesto a las ganancias del medio aguinaldo; el cese de despidos en la administración pública e impulsar un acuerdo similar en el sector privado hasta fin de año; la exclusión del capítulo de la reforma laboral que prevé modificar los cálculos en las indemnizaciones, y la agilización del reparto de los fondos de las obras sociales.
Según pudo saberse, la cita de hoy se suspendió porque no hubo acuerdo en dos de esos cinco puntos: la exención de Ganancias del medio aguinaldo y el pacto antidespidos.
En este clima, el consejo directivo de la CGT se reunirá esta tarde para decidir si convoca el paro. El clima es tirante . Fuentes gremiales coinciden en que la huelga “es inevitable” y que se concretaría el 25 o el 27 próximos. “No íbamos a ir para ponerle fecha al paro en la puerta de la Casa Rosada”, dijo a LA NACIÓN uno de los jerárquicos de la central.