El estadio del Spartak estalló cuando el mejor futbolista de todos los tiempos apareció en uno de los palcos.
El paso de los años no consigue horadar el idilio entre los futboleros argentinos y Diego Armando Maradona, quien se ganó una estruendosa ovación antes del comienzo del partido entre Argentina e Islandia en Moscú.
“Maradooooo, Maradooooo”, gritaron los 15.000 argentinos presentes en las tribunas del estadio del Spartak cuando el mejor futbolista de todos los tiempos apareció en la zona de los palcos.
Estilizado, sonriente, con un habano en una de sus manos y vestido con una remera negra con el logo del Mundial de 1978 y unos pintorescos anteojos rojos espejados, el astro de Villa Fiorito retribuyó el cariño.
Luego los simpatizantes argentinos comenzaron a entonar el tradicional “el que no salta es un inglés” y Diego se encendió: saltó, cantó y arengó junto a los hinchas. Luego hizo la señal de la cruz al iniciarse el juego.
Maradona se encuentra trabajando en Rusia: se desempeña como coconductor, junto al periodista Víctor Hugo Morales, del programa De la mano del Diez, que se emite todos los días por el canal Telesur.
Diego Maradona fuma un habano durante el partido entre Argentina e Islandia en Moscú. (AFP PHOTO / Juan Mabromata)
El máximo emblema del fútbol argentino había estado el jueves en el estadio Luzhnikí de la capital rusa presenciando la ceremonia inaugural y el primer partido del certamen, que el seleccionado local le ganó 5 a 0 a Arabia Saudita.
El viernes, el campeón del mundo en México 1986 había enviado un mensaje de aliento al seleccionado antes del estreno frente a Islandia. “Mi único deseo, juegue quien juegue, es que siempre gane Argentina”, escribió en su cuenta oficial de Instagram.