Los europeos superaron en un atractivo partido a Costa Rica y arrancaron con el pie derecho la Copa del Mundo.
El zurdazo exquisito y letal de Aleksandar Kolarov para ejecutar el tiro libre y hacer estéril el vuelo de Keylor Navas, a los 10 minutos del segundo tiempo, le permitió a Serbia arrancar el Mundial con festejos y endulzar el debut oficial del técnico Mladen Krstajić.
Alos 44 años, Krstajic, ex defensor de Senta, Kikinda y Partizan y de los alemanes Werder Bremen y Schalke 04, heredó la dirección técnica de una selección de Serbia que acababa de ganar el Grupo D de las Eliminatorias con 6 triunfos, 3 empates y una derrota. Problemas internos y de conducta determinaron el final del ciclo de Slavoljub Muslin y le dieron lugar a Krstajic.
Y el estreno oficial del entrenador reflejó en cancha un equipo elaborado y sólido, adornado por recursos y gestos técnicos. Kolarov, el autor del golazo que sentenció el destino de este 1 a 0 sobre Costa Rica, defensor de la Roma, es la cara más conocida de una selección que tiene apenas a tres de sus 23 integrantes jugando en clubes locales.
En el segundo tiempo apareció la mejor versión de Serbia (ex territorio de Yugoslavia y luego de Serbia y Montenegro, independizado en 2006). Agresivo, punzante y dominador durante el cuarto de hora inicial. Efectivo y seguro para retrasarse y partir en certeros contragolpes después, quedándose corto en el resultado en parte por fallas de definición propias y también por méritos de Keylor Navas.
Mladen Krstajic debutó oficiialmente con un triunfo en el Samara Arena. (Foto AFP)
De arranque ambos equipos dejaron en evidencia sus posturas ofensivas. El arco de enfrente estuvo, en todo momento, en la mira. Más allá de la cantidad de volantes, el tránsito por la zona central se tornó muy ágil y veloz. El mediocampo fue un sector de transición rápida y no de estadía.
Aleksandar Kolarov le dio a Serbia su prmera alegría en Rusia. (Foto Reuters)
El buen pie de la mayoría, los intentos de jugar de manera asociada y la utilización de las bandas como via de escape fueron síntomas notorios. En un primer tiempo equilibrado, con un alto ritmo de ida y vuelta, Serbia encontraba facilidades sobre el sector derecho del ataque, gracias al desequilibrio de Dusan Tadic y de Sergi Milinkovic-Savic. Costa Rica era conducido por la ductilidad de Bryan Ruiz; su referente de área, Marcos Ureña, se mostraba activo e intenso y tenía el acompañamiento de los volantes y los laterales.
Hasta que en la etapa final, el golazo de Kolarov, acompañado de la eficiente producción colectiva serbia derribó las ilusiones de Costa Rica por extender su racha feliz del Mundial 2014.