El margen se agrandó pero también se achica. Desde ayer, cuando Nigeria le ganó 2-0 a Islandia, la selección argentina se encontró con una buena oportunidad para pasar a octavos de final del Mundial Rusia 2018. Para aprovecharla, lo primero que hubo en la noche del viernes fue una reunión entre los jugadores, el cuerpo técnico y Claudio “Chiqui” Tapia , el presidente de la AFA. Y esta mañana, el plantel desarrolló el primer entrenamiento de los tres que habrá antes del partido del martes en San Petersburgo.

No hay tiempo que perder: Jorge Sampaoli empezó las pruebas que terminarán moldeando el equipo titular que enfrentará justamente a los nigerianos el próximo martes. Y en ellas, hay un nombre que parte adelantado: Franco Armani. Ya se saben las desventajas del arquero de River: nunca jugó oficialmente para la selección y debutaría ante la urgencia de ganar o ganar para que el equipo siga vivo en el Mundial. Sin embargo cuenta con todas las chances de ser titular, ya que Willy Caballero sigue marcado por el fatídico error ante Croacia que precipitó la caída. Sampaoli, de hecho, está orientado a confiarle el arco a Armani, que llega con un aura de solidez e invulnerabilidad por su gran momento en el equipo de Gallardo.

Con 28 grados y el sol brillando a pleno, 20 jugadores salieron al campo de juego del Bronnitsy Training Centre. Los otros tres estaban en el gimnasio, para recuperarse de golpes: Gabriel Mercado , Nicolás Otamendi (ambos con un traumatismo en el tobillo derecho) y Lucas Biglia (por precaución). Ningún caso reviste gravedad y los tres estarán disponibles ante Nigeria si el DT lo considera.

Fue una práctica en la que, en un principio, trabajaron los arqueros por un lado y después hubo un mini partido de siete contra siete, con Messi y Biglia de comodines. Es decir, jugaron un rato para cada bando. En un equipo estuvieron Ansaldi, Fazio, Lo Celso, Meza, Dybala, Pavón y Agüero; en el otro, Salvio, Rojo, Tagliafico, Mascherano, Di María, Higuaín y Enzo Pérez . Una práctica en donde los gestos adustos se mantuvieron, más allá de algunas sonrisas aisladas. El alivio que llegó de las Aguilas nigerianas fue un atenuante, pero el grupo sabe que está frente a un reto donde ya no hay margen para el error.

fuente. canchallena

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