Son de Mundialito, la mascota del Mundial. Iban a continuar una colección del ’77, pero nunca vieron la luz. Su dibujante, el genial Jorge De los Ríos, las cuida como tesoros.
A 40 años del Mundial ’78, conocí la historia de un álbum de figuritas perdido en el tiempo y en el espacio. El personaje de esa colección inédita es Mundialito, la mascota de aquella primera Copa del Mundo conquistada por la Selección Argentina.
Y en estos tiempos de tensión por lo que pasará el martes contra Nigeria, una buena noticia para los amantes de las estampas del fútbol asoma.
La colección está a salvo, la custodia su creador, el dibujante de miles de figuritas que han pasado por nuestras manos, Jorge De los Ríos, un ilustrador que trabajó 45 años junto a Manuel García Ferré, el animador español que a su vez también llenó las postales de la infancia de Larguiruchos, Neurus y Súper Hijitus.
Pasión por crear. Del dibujante Jorge de los Ríos.
En sobres de papel madera, los dibujos nunca vistos de Mundialito haciendo un lateral, pasando la pelota de taco, pisándola como Osvaldo Ardiles y pegándole al arco como Mario Kempes se conservan como perlas en el mar.
“Decidí mostrártelas porque se cumplen ahora 40 años de esa aventura. No fue completa, pero creeme que le puse mucho cariño a esa colección, que por cuestiones técnicas, de tiempo y de presupuesto, no salió a la luz, pero aquí están los originales, miralos tranquilo”, me ofreció De los Ríos horas antes de mi partida a Rusia, donde le prometí compartir esta historia con los demás.
Seis veces “no la tengo”, porque estas figuritas no salieron a la venta.
El estudio García Ferré había lanzado una primera tanda de las figuritas de Mundialito en 1977 y en muchas casas seguir está guardado ese álbum de tapa amarilla con el personaje que simbolizó la Copa del Mundo jugada en la Argentina.
Pero luego se inició la producción de la segunda tanda, para venderla en 1978 junto a un álbum con otro diseño, justo en el año del Mundial. Y esa fue la colección que quedó en el camino.
Galería descubierta de postales de la infancia.
Prueba de que el proyecto en un momento quedó paralizado son las pelotas sin terminar que luce Mundialito cuando la pisa, cuando la para de pecho y cuando hace un lateral. Son apenas esferas blancas, sin el delineado final.
Y son distintas a otras que sí quedaron listas para ser ensobradas: la pelota está completa, con sus gajos pentagonales blancos y negros, en las escenas donde la mascota, con sombrero y pañuelo de gaucho, patea un córner o es llevada por un jugador bajo el brazo cuando sale del túnel.
“Estas figuritas no pudieron salir y en su momento fue una pena, porque habíamos dibujado un montón, pero bueno, me sirve ahora para contar una linda anécdota”, comenta el dibujante, autor de más de 3.500 tapas de revistas, entre ellas 1.500 de Anteojito.
Mientras escribo esta reconstrucción, parten de Moscú a San Petersburgo dos jugadores que integraron el plantel campeón de 1978, Omar Larrosa y Ricardo Julio Villa, dos que fueron figuritas dibujadas por De los Ríos, en otra colección, muy famosa, que sí fue publicada.
A la distancia, le pregunto a De los Ríos si cree que va a dibujar alguna vez a Lionel Messi campeón del Mundo, y él, que es un optimista, me dice que sí, pero con moderación.