El rosarino clavó un tremendo zurdazo desde 25 metros para convertir el 1 a 1.
No encontraba el camino. El plan de Jorge Sampaoli de poblar el mediocampo y no utilizar un centrodelantero clásico no daba resultados. Argentina no inquietaba a Francia, que ganaba sin sobresaltos, hasta que apareció Ángel Di María.
Se jugaban 40 minutos del primer tiempo, el conjunto europeo ganaba gracias al penal de Antoine Griezmann y la Selección no conseguía llevar riesgo al área francesa. Entonces el recurso fue el remate desde fuera del área.
La jugada la armaron entre Nicolás Tagliafico, Cristian Pavón y Ever Banega antes de que el balón llegara a los pies de Ángel Di María. El jugador de París Saint-Germain calibró la mira y despachó un zurdazo imparable que se coló en el ángulo izquierdo de la valla defendida por Hugo Lloris.
Tan sorprendente fue el bombazo del rosarino como aislado en un primer capítulo en que la Albiceleste no había rematado al arco siquiera una vez hasta el Fideo hizo estallar a los miles de argentinos presentes en el Kazan Arena.