La Liolaemus cuyumhue.

La suerte del pequeño reptil, en peligro de extinción, está vinculada con la financiación de los millonarios proyectos petroleros de la zona.

Una pequeña lagartija podría frenar las millonarias inversiones en Vaca Muerta. Al menos una sustancial parte. Un grupo de científicos argentinos descubrió que en la zona del Bajo Añelo —un punto clave para los proyectos petroleros— vive una especie única de saurio en peligro de extinción conocida como Liolaemus cuyumhue.

Al tratarse de un saurio cuya existencia pende de un hilo, organismos de financiación internacionales se verían en la obligación de frenar sus aportes a las empresas de energía si estas no garantizan su supervivencia. La Liolaemus cuyumhuefue descubierta en 2009, pero recién en los últimos meses su figura alcanzó notoriedad en el marco del nuevo boom que vive Vaca Muerta, y por la denuncia pública que han realizado destacados profesionales sobre su delicada situación.

La Liolaemus cuyumhue.

La Liolaemus cuyumhue.

El animal habita en territorios arenosos como Aguada Pichana, Aguada San Roque, Loma La Yegua, todos ubicados en el Bajo Añelo. En ese sector diversas empresas tienen inversiones para los próximos dos años por más de US$ 3.000 millones. Entre ellas, un gasoducto de Pampa Energía por US$ 250 millones. Mientras que Shell desembolsará US$ 2.000 millones en 150 pozos en los próximos diez años.

Sin embargo, estos proyectos ya en marcha, así como otros por desembarcar en el famoso yacimiento no convencional, podrían tener que incluir en sus protocolos de exploración medidas específicas para cuidar la vida de la lagartija. De lo contrario, organismos como el Banco Mundial, tendrían que asegurarse de que se cumplen las normativas ambientales de preservación antes de hacer las transferencias de divisas. Por otro lado, los grupos ambientalistas y organizaciones científicas tendrán un argumento de mucho peso a la hora de interponer recursos ante la Justicia nacional e internacional por el riesgo de que desaparezca el animalito, aseguran en el ambiente científico.

Fuentes de la industria petrolera consultados por Clarín, explicaron que cada vez que inician un proyecto, las compañías presentan un estudio de impacto ambiental que abarca el efecto que tendrán los trabajos sobre la flora y la fauna del lugar. Sin embargo, las noticias sobre la Liolaemus cuyumhue son nuevas y no figuraban en ninguna carpeta.

En un artículo de divulgación dado a conocer en estas horas se recuerda que la Liolaemus cuyumhue es una especie en extinción y que tiene su hábitat natural en Vaca Muerta, donde se espera que se completen inversiones petroleras por US$ 100.000 millones hasta el 2023.

La supervivencia de la lagartija quedó condicionada por el boom del yacimiento, aseguran expertos. El primer megacontrato para su explotación se firmó en agosto de 2013 entre YPF y Chevron. Desde entonces más de 30 jugadores internacionales se han sumado.

“La Liolaemus cuyumhue vive en una región donde las compañías de petróleo y gas realizan algunas de las operaciones más intensivas en Argentina; nuevas plataformas, pistas y caminos se abren regularmente; modificando con frecuencia algunas áreas con hábitats adecuados para L. cuyumhue”, dice el sitio de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) basándose en trabajos de especialistas argentinos.

La propia localidad de Añelo, conocida como la capital de Vaca Muerta, espera inversiones por US$ 2.000 millones en infraestructura en los próximos 20 años. En ese tiempo se construirán nuevos barrios, caminos y redes que irradiarán una amplia zona del desierto, según informaron en el municipio local.

El descubrimiento de los primeros ejemplares de la lagartija estuvo a cargo de un grupo de profesionales del Laboratorio de Rehabilitación y Restauración de Ecosistemas Áridos y Semiáridos (Larrea, Facultad de Ciencias del Ambiente y la Salud) de la Universidad Nacional del Comahue y del Instituto Patagónico para el Estudio de los Ecosistemas Continentales (Ipeec-Conicet) de Puerto Madryn. “La actividad petrolera debe contemplar la preservación de la biodiversidad y en particular esta especie por razones éticas y de responsabilidad ambientalen el cuidado del patrimonio de los neuquinos, y ahora también por una causa llamativa: la financiación internacional”, señalaron en un documento.

La “Lagartija de Vaca Muerta” se encuentra séptima en la lista roja de la UICN. Se trata de un animal de excepcionales características, indican los expertos, es capaz de sobrevivir en el desierto, amenazada por fuertes vientos, a temperaturas que van de los varios grados bajo cero hasta los 60 grados. Al tiempo que posee un complejo sistema respiratorio que le permite “bucear” en la arena. Sus propiedades miméticas la hacen difícil de observar y se estima que esta es la principal razón por la que no fue descubierta antes.

“(Su presencia) nos permite abrir la hipótesis de la existencia de otros edemismos en el microclima del bajo de Añelo. Es posible que estas condiciones tan particulares hayan generado la posibilidad de especiación no sólo de lagartijas”, indica Daniel Pérez, director del Larrea. “Creemos que los descubrimientos de endemismos en el Bajo de Añelo recién comienzan, es solo cuestión de tiempo para que investigadores en otros grupos taxonómicos comiencen a analizar la cuenca”, agrega.

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