Ahed Tamimi, ícono de las protestas palestinas, quedó en libertad este domingo. Junto con su madre, Nareman, había sido encarcelada por abofetear y patear a soldados israelíes, en un acto que le valió convertirse en un símbolo de resistencia para los palestinos pero que la transformó en una molestia para los israelíes.
Tamimi, de 17 años, salió de prisión en las primeras horas de este domingo (23 del sábado en la Argentina), como informaron las autoridades de la prisión de Ha Sharon, en Israel.
Allí cumplió una condena de ocho meses tras agredir junto con su prima Nour a dos soldados israelíes que se encontraban apoyados en un muro en el patio de una casa en Nabi Saleh, un pueblo del territorio palestino ocupado desde hace más de 50 años. Las jóvenes golpearon a los uniformados y les exigieron que se fueran.
Después de que el video de ese episodio se hiciera viral, fue detenida el 19 de diciembre. Su prima fue posteriormente liberada y Ahed y su madre tuvieron un juicio militar, en el que aceptaron algunos de los cargos que se les imputaban tras un acuerdo con la Fiscalía en marzo.
Ahed fue sentenciada por incitación y agresión con agravante, entre otros, y su madre por incitación, además de otros cargos, a ocho meses de prisión, y estuvieron en la cárcel siete meses y dos semanas.
Tamimi, los rulos rojizos cayendo sobre su cara, fue trasladada al puesto fronterizo de Rantis, cerca de Ramala, pasadas las 6 GMT (2 de la Argentina). Fueron recibidas por simpatizantes con banderas palestinas, y detractores, con banderas israelíes.
La joven, que pasó su último cumpleaños tras las rejas, pertenece a una conocida familia de activistas palestinos que lideran manifestaciones en su pueblo natal de Nabi Saleh, rodeada por puestos militares de Israel.
Ahed, que ya había protagonizado episodios con soldados israelíes, se convirtió en un emblema de la resistencia palestina y de los menores palestinos en cárceles israelíes. Su rostro fue pintado en el muro que separa Israel de Cisjordania y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, la felicitó públicamente, un halago que se suma a los comentarios de apoyo en las redes sociales.
A su regreso a casa, la recibieron cientos de personas que decoraron el hogar con banderas de Palestina.
“Todas las reclusas son fuertes y se mantienen firmes. Saludo a todos los que me apoyaron a mí y a mi caso”, dijo la menor.
Antes de emprender una visita a la tumba del fallecido líder palestino Yasser Arafat, concluyó: “La resistencia continúa hasta que termine la ocupación”.
Fuente. clarín