Con la presencia de referentes como el “Changui” Cáceres, Ricardo Alfonsín y Ariel García, se llevó adelante el encuentro de la Mesa Regional Ampliada del NOA, Setúbal II, que viene discutiendo el rol que debe tener la UCR ante las medidas económicas y el rumbo del actual Gobierno de Mauricio Macri.
Hay una realidad inobjetable para la Unión Cívica Radical (UCR), en cuanto a las dos miradas que existen al analizar el rol del centenario partido dentro de la coalición Cambiemos. Una de las miradas es condescendiente, aún cuando las acciones van en contra de los principios de ese tradicional partido. Mientras que la otra tiene un sentido crítico que invita a una urgente revisión y a rápidas acciones que permitan encaminar el rumbo y, por sobre todas las cosas, estar cerca de la gente que más lo necesita.
En ese sentido, el documento emanado de la Mesa Regional Ampliada del NO, que sesionó en Cerrillos (Salta), fue contundente al afirmar que “el país asiste, nuevamente, con inevitable frustración y creciente rechazo, al devenir de una realidad nacional que transcurre por senderos recurrentes de la política. El Gobierno luce confundido, buscando una fuga hacia delante y aferrado a fórmulas dogmáticas de salvataje especulativo con vistas al próximo horizonte electoral. El pueblo de la Nación asiste desencantado a un nuevo fracaso del neoliberalismo económico y a sus consecuencias sociales”.
Los oradores, entre quienes se destacaron el mítico “Changui” Cáceres, Ricardo Alfonsín y el tucumano Ariel García, quien es vicepresidente segundo de la Legislatura de su provincia, enfatizó en los nefastos resultados de las recientes corridas cambiarias y el cambio de rumbo en las políticas financieras que llevaron a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese sentido, el documento final expresa que “se ha vuelto a apelar a una lógica perversa por la que ante los numerosos problemas de consistencia macroeconómica experimentados, se aplica como solución irreflexiva la de insistir con lo mismo. Con ello, el Gobierno ha evidenciado su incapacidad de asumir la conducción de la necesaria corrección a su programa, de manera más autónoma, participativa y soberana.Lo que en nuestra historia fue perjudicial para el país, se argumenta ahora como beneficioso”.
Mientras que en relación a las consecuencias que se afrontará por esta decisión que no comparten -la de acudir al FMI-, las conclusiones finales sostienen que “lo que nos espera por los próximos años es un futuro con expectativas de pujas repetidas en torno a los cumplimientos o incumplimientos de la condicionalidad del programa y de injerencia del FMI sobre la economía y la vida nacional. Nuevamente enfrentaremos tensiones consecuentes en los mercados y en nuestra actividad económica más inmediata. Habrá nuevas postergaciones a la posibilidad de un horizonte estratégico de crecimiento consistente, postraciones adicionales a las condiciones de vida de la ciudadanía, subsistencias de los problemas de origen a los que el FMI no ha dado solución anteriormente, y continuidad o agravamiento del conflicto social”.
Advirtieron claramente que “con ello se profundizará la brecha de la desigualdad de oportunidades y un deslizamiento hacia incrementos persistentes en los umbrales estructurales de la pobreza, de la injusticia social, de la concentración del ingreso y la acumulación de la riqueza. En esa orientación, el Gobierno ha consagrado, una vez más, la consolidación del conflicto social permanente. Hoy no hay paz social en la Argentina. Y en medio de este contexto convulsionado, insólitamente, se introducen temas de profunda densidad moral o de conciencia, de severa repercusión a la seguridad nacional, o de fuerte sensibilidad a la memoria y la justicia del esfuerzo conjunto de consolidación democrática aun inconcluso”.
Silencio inaceptable
Subrayaron que “mientras tanto, la vida de la gente transcurre en torno a los mismos problemas estructurales de funcionamiento del orden democrático, a las mismas dificultades de seguridad física y material (incluso, agravadas), a los mismos esfuerzos que se le siguen solicitando para superarse, a las mismas injusticias con que esos esfuerzos se distribuyen y a las mismas incertidumbres respecto de su futuro, tanto inmediato como mediato.Ante este panorama nacional, la institucionalidad del Radicalismo se mantiene en un silencio inaceptable e incompatible con su esencia política. Se muestra autorreferencial, preocupada por su propio devenir circunstancial, alejada de las preocupaciones sociales y de la realidad de la militancia y el sentimiento radical.Con estas conductas insiste en convalidar la falacia oficialista de agitar “la grieta” política contra un pasado irresponsable, corrupto y mentiroso, que siendo derrotado debió haber sido ya largamente superado”.
Pretensión de relanzamiento
Con respecto a la actitud del Gobierno, el documento analiza: “Hoy el Gobierno apela a ciertos reflejos del mismo discurso para justificar su reclinación en el FMI y su pretensión de relanzamiento político. Y el Partido ha quedado enredado en esa falaz pretensión, poniendo en compromiso, cada vez más severo, las perspectivas de su futuro político.Insiste en conductas propias de una política corporativizada, que está enviciada por la injerencia del “carguismo” y del acompañamiento consorte al poder. Y se guarda patético silencio frente a la corrupción de unos o el conflicto de intereses de otros. Así, termina acompañando la confusión del interés nacional con la gestión del Estado, el interés público con el de algunos privados, la política económica con la facilitación de los negocios, el combate a la pobreza con el asistencialismo social, o la acción política con la de su propio accionar corporativo”.
Las metas del otro radicalismo
“Frente a esta anomia política de la conducción partidaria, la militancia de la UCR ha generado su reacción. Buscamos fortalecer el Radicalismo, recuperar sus banderas históricas, recomponer su capacidad propositiva de políticas públicas y de provisión de respuestas a la ciudadanía. Asi, como restablecer su relación de representación política y de inserción social. Es imprescindible recuperar una visión estratégica para asegurar un sendero de crecimiento como Nación. Ello requiere de dos condiciones de base: promover la pacificación social y convocar a un entendimiento nacional, un nuevo contrato político”, sostienen las conclusiones alcanzadas, que enfatizan en la necesidad de “una profundización de la densidad democrática en todos los estamentos del país y la participación popular soberana. Hace falta más, y no menos, UCR”.
Asimismo, enfatiza que “en continuación con el camino trazado en Setúbal II y en programación de la acción a seguir, este fin de semana nos reunimos en Salta como Mesa Regional ampliada del NOA, a efectos de consagrar una estrategia de acción política con vistas a un lanzamiento nacional. Se acordó: Coordinar los ámbitos de debate y discusión de políticas públicas específicas, en cada Provincia;Impulsar una iniciativa de divulgación y actualización permanente del acervo doctrinario de la UCR, como expresión de afirmación de su vigencia y de los preceptos social demócrata que lo componen”.
También se prevé realizar una Convención Nacional de la Militancia Radical, prevista para el próximo mes de noviembre, en la Federación de Box, en la Capital Federal.
¨No importa entonces quien lleva el palo; lo importante es la bandera¨. Hay otro Radicalismo. Y está nuevamente en marcha”, puntualizaron en las palabras finales de un documento que está sacudiendo toda la estructura del radicalismo, en especial aquellos que están desencantados con la gestión de Macri y aún más, con el triste rol que le toca desempeñar a muchos dirigentes de ese centenario partido.
Línea interna de Alfonsín
Por su parte, Ricardo Alfonsín, que se ha mostrado con más libertad y sentido crítico hacia la actual gestión de Gobierno, tiene previstas varias movidas, basadas en la imagen positiva que le dan las encuestas. Es por ello que, en el tradicional restó radical Lalín, y como único orador, Alfonsín presentará mañana jueves su Espacio de Pensamiento Alfonsinista, por ahora acotado a la provincia de Buenos Aires y solo como una línea interna de la UCR. Según cuentan, suma unos 400 invitados, entre ellos referentes de los 130 municipios de la provincia y algunos ‘importados’ de otras provincias.
Hay quienes ven en ello una posibilidad de ruptura que encolumne a aquellos radicales que quieren recuperar la vieja mística y los valores que le hicieron abrazar ese partido político.