Declaró como indagado y dijo que Baratta era el encargado de “recolectarlos”. Argumentó que eran fondos para la campaña electoral del kirchnerismo de 2013, cuando él era jefe de Gabinete.
Juan Manuel Abal Medina, ex jefe de Gabinete del Gobierno de Cristina Kirchner, admitió ante la Justicia que los empresarios hicieron aportes en negro para la campaña electoral del kirchnerismo en 2013, pero sostuvo que “quien lo recolectaba era Roberto Baratta, ex coordinador del Ministerio de Planificación Federal de la Nación“.
El ex jefe de Gabinete está imputado como partícipe necesario de la asociación ilícita en la que se movieron más de 200 millones de dólares en sobornos para la política, según la Justicia.
Estas operaciones realizadas en efectivos y en diferentes puntos fijos de la Ciudad, fueron registrados en ocho cuadernos por Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta y donde se consignaron puntos de reuniones, algunas cifras de dinero que se entregaron, nombres de empresarios y de ex funcionarios que participan de la maniobra.
Por ello, Abal Medina fue citado a indagatoria ya que figura en esos manuscritos, que dieron origen a la causa que ya cuenta con 36 imputados, entre los que se encuentra la ex presidenta Cristina Kirchner.
Después del mediodía, el ex jefe de Gabinete ingresó a los tribunales de Comodoro Py para prestar declaración indagatoria. Fueron cerca de cuatro horas las que estuvo en el cuarto piso en la secretaría del juzgado de Bonadio y se convirtió en el primer funcionario de primera línea en admitir que existieron “pagos ilegales” hacia la política, sin embargo desconoció quiénes eran los aportantes “y cualquier vinculación con ellos”.
Según fuentes con acceso a la causa, Abal Medina entregó un escrito en el que explicó cuál fue su papel en las campañas electorales del kirchnerismo, puntualmente en la de 2013. En esa declaración, el ex jefe de Gabinete habría dicho que Roberto Baratta, entonces mano derecha de Julio De Vido, lo llamó y le dijo que “debía coordinar” con él la entrega de dinero que él recaudaría como “aportes voluntarios”.
En ese punto, Abal Medina, aunque admitió la “informalidad” de la situación, dijo que nada le hizo dudar de la procedencia y la legalidad de esos fondos. También dijo que nunca le informaron cuánto dinero se enviaría a cada provincia para solventar la campaña legislativa.
El ex senador también involucró al fallecido Juan Carlos Mazzón en el manejo de ese dinero que proporcionaba Baratta, e hizo referencia a la amplia experiencia del mendocino en las campañas electorales del peronismo.
Hasta el momento, sólo Germán Novello, ex funcionario del ministerio de Planificación había admitido la recepción de fondos ilegales para la campaña electoral del FpV, pero no un funcionario de la línea más directa de Cristina Kirchner.
Cuando se imputó al empresario Juan Carlos De Goycochea (ex Isolux), se remarcó que el 5 de septiembre de 2013, Roberto Baratta y Hugo Larraburu “retiran el dinero en un bolso para llevárselo a Juan Manuel Abal Medina por indicación de Cristina Elisabet Fernández”.
Es una de las menciones que lo involucra en el entramado de los sobornos millonarios que se investigan.
En un comunicado que difundió él mismo tras declarar en el juzgado de Claudio Bonadio por la causa de los cuadernos de las coimas, el ex senador sostuvo: “Siempre entendí que dichos aportes de privados eran voluntarios y de ninguna manera exigidos bajo coerción”.
A pesar de que esos aportes de fondos fueron ilegales y hechos sin ningún comprobante que los respalde y de que, según Centeno, llegaron a la Jefatura de Gabinete en bolsos con dólares en efectivo y que Abal Medina oficiaba como jefe de la campaña electoral, éste buscó despegarse del problema al declarar como imputado y dijo que las anotaciones de Centeno que hacen referencia a su persona “coinciden solamente con los tres meses” en que participó “de la campaña electoral en 2013” y que “no hay ninguna otra referencia” a su persona “fuera del espacio de tiempo de la campaña legislativa”.
El ex jefe de Gabinete fue uno de los dirigentes más cercanos a Néstor Kirchner en los últimos meses de vida del ex presidente, que ahora está investigado como uno de los jefes -junto a Cristina Kirchner- de una banda dedicada a recolectar sobornos de empresarios que tenían contratos de obra pública con el Estado.
Abal Medina admitió que los pagos existieron y los vinculó a la campaña electoral de 2013 y que el recaudador “era Roberto Baratta”. Sin embargo, dijo que “nada era bajo coerción”.