El escritor tucumano Segundo Díaz, publicó “Los detectives holográficos”, en un libro que además incluye la reedición de “Mis parientes rurales”, su primera obra literaria. La nueva novela, de ciencia ficción, tiene como escenario a Tucumán y aplica basamentos científicos conocidos.
“Los detectives holográficos” es una novela corta de ciencia ficción, que se sitúa en Tucumán y toma al reloj floral del Parque 9 de Julio como eje central del relato. “En ese lugar se desarrolla toda la historia. El libro no es conjetural, se basa en la física cuántica y las diferentes dimensiones. En lugar de utilizar una cuarta dimensión, usé dos. Una persona física no puede sobrevivir en dos dimensiones, pero sí como holograma”, explica el autor.
“Estos detectives holográficos, fueron personas físicas que toman la forma de hologramas que mantienen el reloj, porque a través de él llegan a ese mundo de dos dimensiones y se suceden hechos como hologramas que tienen conciencia. Pierden la materia pero no la conciencia cuando entran a ese mundo, incluso ganan algunos talentos como la telepatía. Se encuentran con una ciudad de arena que es nuestro Tucumán dentro de mil años”, comenta.
“Es una crítica a la sociedad de hoy, pese a que tiene el formato de historia de aventuras. Es un libro de ciencia ficción pero tiene su crítica como la tuvo en su momento Fahrenheit 451 de Ray Bradbury o 1984 de George Orwell”, expresa Segundo Díaz.
“Me permitió cambiar mi forma de escritura, para variar de mis obras anteriores, como en “Los Perros Asesinos”. Acá hago un virage y me voy a la ciencia ficción, pero tiene que ser rebatido por científicos para decirme que no es posible. Plantea posibilidades”, sostiene.
“Siempre me gustó profundizar en las teorías como la de la relatividad, por ejemplo. Hay una construcción en la obra que le da coherencia. Está basada científicamente en cuestiones avaladas por la ciencia. No es disparatado o caprichoso, tiene un basamento científico”, afirma.
“Usé la holografía porque es lo más moderno de la tecnología. Acá en Tucumán no se escribe ciencia ficción. Para ello tiene que tener ciencia y eso es lo que tiene este libro”, agrega entusiasmado.
La obra se vende en ferias, a través de libreros ambulantes, por internet y también en Librería Manfredo de la Facultad de Filosofía y Letras.
Volvieron “Mis parientes rurales”
La reedición del libro se hizo por pedido de los lectores. En la primera edición se hicieron 500 ejemplares. “Tengo sólo un ejemplar de esos y la gente me pedía que lo reedite y aproveché para lanzar el nuevo libro y reeditar Mis Parientes Rurales”.
“Son polos opuestos, porque no son ni siquiera parecidos. La edición es cara y bien hecha, cosida a mano, con buen gramaje de papel, buena impresión y una tapa cuidada”, señala.
“Hay un nuevo capítulo que se titula La Tregua, que no estaba en la primera edición, pero que pertenecía al borrador original. Encontré una página de ese relato y lo agregué”, indica el autor.