Aunque sufrió para clasificarse, la selección argentina aspiraba a ser una de las protagonistas de la Copa del Mundo disputada en Rusia. Sin embargo, el plantel comandado por Jorge Sampaoli no estuvo a la altura. Le costó pasar la fase de grupos y cayó eliminado en octavos de final ante Francia, país que luego levantaría el trofeo.
Varios meses después, tras recluirse en Casilda y estar de vacaciones junto a su pareja, el ex director técnico del combinado nacional decidió romper el silencio con el diario españolMarca.
En la entrevista, el ex seleccionador de Chile reconoció que durante el Mundial existió el famoso “doble comando” y que los futbolistas tuvieron injerencia en los entrenamientos. “Toda reunión era para aportar. Fue un momento muy complejo. Todo lo externo se nos metió en la concentración. Pero todo se hacía para ayudar, para mejorar, para intentar ser, y no solo estar. Nos invadió la inmediatez, la necesidad”.
“El problema no son las reuniones, el problema es que las reuniones se vuelvan públicas. Los jugadores de Argentina del 86 se reunían constantemente, pero nos enteramos 20 años después de que salieran campeones. Yo creo filosóficamente en la participación y en el compromiso. En el fútbol y en la vida. Nos juntamos para buscar soluciones y, si eso termina en el living de las casas porque la televisión lo cuenta o en la pantalla de un celular por una red social, ocurre lo contrario. En este contexto, lo peor sería que pasáramos a juntarnos para destruir o que nos volviéramos escépticos hacia los otros”, agregó.
También sostuvo que no fue un error incorporar a Javier Mascherano a la hora de tomar decisiones. “Yo lo tomo como una decisión honesta en pos de que Argentina prosperase como grupo. Busqué todas las maneras para involucrar al grupo, para tratar de que el jugador se sacase la mochila de no ganar, esa ansiedad que les impedía desarrollarse individual y colectivamente. Una cosa era los entrenamientos, que eran de un nivel altísimo, y otra los partidos, donde no podíamos sostener ese nivel de juego. Además, Masche era un gran jugador de fútbol“.
Otro tema que ahondó Sampaoli fue la “obligación” y “”presión” que recae sobre Lionel Messi cuando viste la celeste y blanca. “Fue increíble entrenarlo, sobre todo por verlo tan comprometido, sufriendo mucho cuando no se ganaba. El mejor jugador de la historia estaba muy comprometido. Leo sufría como ninguno la imposibilidad de ser. Le pesaba como al que más no haber podido trascender grupalmente”.
El ex Sevilla también resaltó que “tener al mejor del mundo en tu equipo te obliga a una exigencia máxima. Y el resto debemos estar a su altura. Pero a veces se puede, y a veces no se puede. Y en esa lucha estábamos todos los días. Tener a Leo te obliga a no tener margen de error a la hora de ganar”, resaltó el entrenador.
“Imagínese a Messi, que viene de una estabilidad muy grande en su club de España. Allí maneja los tiempos… y llega a su país, Argentina, y tiene que ganar como sea, con una histeria colectiva muy grande. Así no se puede. Y si no gana, sabe que se le vienen muchas críticas. Así no se puede ni jugar ni disfrutar”, agregó.
Sampaoli, por otra parte, sostuvo que Argentina tiene posibilidades de ser campeón en Qatar de la mano de Lionel Messi: “Por supuesto que se puedo, pero esto necesita un proceso, por todo lo que pasó hasta ahora. Y los procesos no se quiebran, se corrigen. Para el próximo Mundial o Copa América hacen falta organización, confianza ilimitada y saber que todo requiere un proceso. Es decir, si no se gana la Copa América, hay que mantener el proceso, no romperlo. Ya basta de esta locura de que si no ‘ganás’, ‘sos’ un perdedor. Y no es así: si se cree, se puede ganar aunque sea más tarde. Pero hay que creer.
Otras frases destacadas de Jorge Sampaoli:
– “Caballero había tenido gran nivel ante Italia, venía jugando y nos daba cosas, como el roce con el fútbol europeo, que Armani no tenía. Armani nunca había enfrentado a jugadores europeos”.
– “La mochila que tenía este grupo era demasiado pesada, estábamos todos empujados a un camino de obligación en la que era difícil hacer surgir el talento”.
– “El Mundial lo terminó ganando un país casi al contragolpe. Y uno de mis candidatos, que era España, se quedó fuera rápido. El campeón ganó a base de recuperación y carreras largas. Por eso, los que amamos el juego estamos un paso atrás a la hora de competir. Hoy en día, es mucho más fácil no dejar jugar y aprovechar alguna chance que proponer juego”.
– “Yo creo que preparamos muy bien el Mundial, pero luego la Copa en sí no fue tan buena, obvio. Debíamos tener equilibrio para que la obligación de ganar que tenía el jugador argentino no generara más ansia. Cada partido era casi un sufrimiento”.
– “No me escondí, para nada. Simplemente, me tomé un tiempo para profundizar en esa experiencia vivida y para eso quise estar aislado y desmenuzar las cosas. Yo soy una persona que trabaja de entrenador de fútbol. Me alejé de la vida mediática. Pero no dejé de hablar con el mundo del fútbol, ni perdí mi vida social, ni dejé de ir al cine, ni de irme a tomar un café a un bar. Y nadie cara a cara me criticó, al contrario.
– “Estoy agradecido de que me dieran la posibilidad. El presidente de la AFA, Chiqui Tapia, también vive en este mundo de obligatoriedad, de necesidad, de inmediatez, en el que yo también estaba. ¿Qué le puedo reclamar a Chiqui si en parte es una víctima de la sociedad argentina exitista?”.