Alperovich naufragó | Su anuncio de pelear la Gobernación por fuera del PJ, dejó con las manos vacías al senador José Alperovich. No sólo se quedó sin su cargo de asesor ad honorem, sino que perdió sus privilegios y cualquier posibilidad de manejar los hilos partidarios. Los antiguos colaboradores se alinearon con Juan Manzur y Osvaldo Jaldo.
Los sueños de poder
Cuando el ex Gobernador, José Alperovich, agregó un eslabón más a su cadena de presiones hacia la dupla Manzur-Jaldo, no supuso que la respuesta sería contundente a su decisión de salir a pelear la gobernación por fuera del PJ.
“Sí voy a ser candidato a gobernador. He decidido participar en la próxima elección”, dijo. En su argumentación, subrayó: “Tengo sueños y tengo vocación. Quiero un Tucumán distinto y la pregunta que cualquier dirigente debe hacerse es para qué quiere ser candidato”.
¿Me voy porque quiero?
El senador sí tiene un sueño: volver a ser el Gobernador de la provincia. Para ello comenzó un juego de presiones, que comenzaron con expresiones que daban a entender que pelearía la Gobernación por dentro o por fuera.
Por dentro ya no lo pudo hacer, luego de una serie de hechos puntuales. Uno de ellos fueron las pintadas de la leyenda con la fórmula Manzur-Jaldo 2019, en todos los municipios y comunas que antes le respondían a él.
La declaraciones en favor de esa fórmula por sus ex colaboradores estrechos y por último, el gran acto del Día de la Lealtad. Sobre ello, Alperovich dijo: “Lo felicito. Si esto es bueno… Estamos en democracia. Esto es bueno: que la gente pueda elegir”.
“Ya no es asesor”
La respuesta del binomio gobernante no se hizo esperar y se concretó por la vía del vicegobernador Osvaldo Jaldo, ante la ausencia del mandatario, Juan Manzur, quien se encuentra en una gira oficial por tres países.
“El senador era asesor ad honórem acá. Y digo ‘era’ porque muy tempranito ya firmé el decreto, y ya dejó de ser asesor ad honórem en el Poder Ejecutivo”, sostuvo Jaldo en su rol de vicegobernador a cargo de la Gobernación provincial.
Justamente a él, que viene enfrentándose a Alperovich, le tocó darle por finalizada una gestión de la cual no quedan resultados a la vista. En ese sentido, expresó que “Cuando el gobernador Manzur firmó ese decreto tenía una expectativa: que el senador, al desempeñarse en Ciudad de Buenos Aires, pudiera conseguir algo para la Provincia. Pero bueno, pasaron tres años y no se consiguió absolutamente (nada) a través de él. Y, como si esto fuese poco, larga su candidatura. Si durante tres años no ha conseguido nada, hoy que se postula por un espacio diferente al nuestro, creo que va a conseguir mucho menos”.
Estas expresiones no hacen más que enfatizar que Alperovich prestaba servicios o debería haberlo hecho, en función de alcanzar beneficios para la provincia, pero que en realidad no logró. Esa afirmación no hace más que convertir en estériles los esfuerzos del actual senador por criticar la gestión de Manzur, a fin de lograr potenciales adhesiones a su proyecto electoral.
Con el anuncio de Jaldo se puso fin a una serie de privilegios que le daba la condición de asesor ad honorem con rango ministerial. Ese rol le permitía al senador disponer de vehículos, con combustible pago por parte del Gobierno provincial; el reconocimiento de los viáticos; una consigna policial para custodiarlo, y hasta el uso de las aeronaves provinciales.
Pero la cosa no terminaba allí. También podía Alperovich gestionar ayudas a las personas que así lo requirieran a través de los ministerios correspondientes.
Queja en las redes sociales
Tal como viene ocurriendo en los últimos tiempos, uno de los escenarios preferidos de Alperovich para generar cuestiones políticas, son las redes sociales. A ellas también acudió cuando se enteró de que era removido en su carácter de asesor provincial, además del alejamiento de su esposa del PJ y de sus colaboradores de distintos cargos o nombramientos, en especial en la Legislatura provincial.
“No se puede negociar. La corren a mi mujer, me sacan la guardia. Imaginate que van a aceptar mi proyecto”, sostuvo en Twitter.
Indeciso: ahora volvió a ser “Cristinista”
Una de las cuestiones que le restan al senador en su sueño de volver a la Gobernación, es su permanente indecisión. Es el mismo que dijo que nunca fue kirchnerista y que se llevaba muy mal con Cristina.
Ahora se saca fotos con ella y afirma que, junto a Néstor Kirchner, sacaron el país adelante. Es el mismo que dice que la provincia no está bien, que los tucumanos se encuentran muy mal, a comparación de cuando él gobernaba, pero no dijo nada cuando fue designado asesor ad honorem, para usar la estructura del Gobierno en su campaña personal.
Ahora que ya no es asesor seguramente encontrará algún motivo para criticar o para reconstruir, desde una hipotética amnesia colectiva, su imagen política deteriorada.