La muerte de los tripulantes del submarino se pudo haber evitado. Un ex militar, amigo de uno de los marinos desaparecido, habló sobre esta tragedia, los consideró héroes de la Patria y se refirió también a la situación de las Fuerzas Armadas: “Lo del submarino se veía venir, todo está atado con alambres en este país”, dijo.
Este jueves 15 se conmemoró un año de la desaparición del submarino ARA San Juan con 44 tripulantes y para rendir homenaje, el presidente de la Nación Mauricio Macri eligió resaltar “el coraje y el profesionalismo de cada uno de esos tripulantes” y decir que se buscará hasta el final la verdad de lo que pasó con la nave, para menguar en algo, el gran dolor de los familiares y amigos de los militares desparecido.
Teniente de fragata de la reserva
En Tucumán, Gustavo Villagra, ingeniero mecánico, teniente de fragata de la reserva de la Fuerza Armada argentina (FF.AA) y con alta experiencia en tareas en buques logísticos y como infante de marina, dialogó con Diario CUARTO PODER, luego de un sentido homenaje de la Academia General Belgrano a los héroes que perdieron la vida, junto al submarinista Marcelo Almaraz, ex tripulante del ARA San Juan.
En ese sentido, dijo que la mejor manera de homenajear a los mártires del submarino ARA San Juan sería que a partir de hoy, o desde su desaparición misma, que no dé lo mismo cuando se ice o se arríe nuestro pabellón nacional en cualquier lugar del mundo, y se cante el himno nacional con orgullo, recordando en dicho acto a esos 44 héroes que dieron sus vidas defendido nuestra soberanía. “Ese sería el mejor homenaje del pueblo a los submarinistas”, apuntó.
La vocación de enseñar
Villagra, con un intenso andar por las FF.AA, señaló que encontró allí la vocación de enseñar las bondades que tiene la fuerza armada argentina, en cuanto a la educación y formación de los jóvenes, y por eso en el año 2005, regresó a Tucumán con la idea de comenzar a enseñar y hacer conocer a los jóvenes la importancia de la vocación militar y la formación de personas de bien.
Fue así que conoció a Esteban García, el marino tucumano que formaba parte de la tripulación que desapareció con el ARA San Juan.
“Empecé con muy pocos alumnos y uno de ellos era Esteban García. Si bien al principio no eran muchos, tenía 14 alumnos, a García lo tengo más en mi memoria”, señaló.
Más que alumno y profesor
Agregó que prácticamente se convirtieron en colegas y amigos, porque las clases eran diarias, mañana y tarde, y yo debí prepararlos bien en la Academia para que puedan rendir e ingresar a la Armada.
“Con Esteban García como con el resto de los muchachos, había perdido casi todo contacto, hasta que hace dos años antes del accidente del submarino pude encontrarlo a través de Facebook, y retomar la amistad. Así él me contó que estaba en un submarino”.
Y después sucedió lo que todos sabemos.
“Cuando me enteré, en mi caso particular por la experiencia que tengo en la Armada Argentina, muchas cosas pasaron por mi cabeza, y me dio un poco de bronca porque esto que pasó con el ARA San Juan, tarde o temprano iba a pasar, porque aquí (en este país) todo se ‘ata con alambre’”.
Atado con alambre
Villagra habló desde su experiencia dentro de la FF.AA. “Lo que yo viví en la Armada me da autoridad para decir que aquí todo se ata con alambre, pero no sólo en la armada, pasa también en los hospitales, en las obras que se caen, en las malas inversiones. Y la Armada no está exenta. No es una denuncia lo que hago, sino un llamado de atención: porque hay cosas que son muy vulnerables y de alto riesgo que no se deben tomar a la ligera. Los buques y aviones no tienen banquinas; los medios terrestres pueden tirarse a la banquina y tal vez se salvan; pero los buques se hunden y los aviones se caen. Eso no lo digo yo, lo dicen expertos, héroes de Malvinas, y como sabemos que los desenlaces son fatales se deberían tener en cuenta más los márgenes de seguridad y los márgenes de alertas, como así también de profesionalizar lugares estratégicos de la armada”.
Sólo para elegidos
Asimismo dijo que cualquiera puede ser militar, o policía. “Con un poco de vocación basta; pero navegar un buque o pilotear un avión, eso no es para cualquiera”.
“Es para aquellos que no sólo tiene vocación de servicio sino que tienen además una preparación, especialización y un alto grado de coeficiente intelectual. No cualquiera embarca en un submarino. Marcelo Almaraz, un submarinista amigo tiene una foja excepcional para poder tener destino de submarino”.
Remarcó que en un submarino los márgenes de errores son mortales y por eso un submarinista tiene que tener templanza, aplomo y capacidad, para resolver problemas en cuestión de segundos. “Estos 44 tripulantes del ARA San Juan se merecen el respeto de todos. Se fueron 44 mentes brillantes, personas que a la patria le dieron mucho y con sueldos miserables. No quiero hacer apología de la desidia de la que son víctimas los hombres de las FF.AA, pero hoy hablo por los muertos del submarino”.
El juramento del soldado
Señaló que se fueron 44 militares que estaban destinados a morir. “Porque no es poca cosa cuando uno jura defender la patria hasta perder la vida. Es el momento más solemne que no todo argentino puede llegar a sentir, sólo aquellos que tuvieron la posibilidad de jurar. Y un militar no jura por cualquier cosa, como hacen lo político. Los militares son muy creyentes de Dios, porque en el juramento está implícito Dios mismo. Entonces, por la memoria de ellos, entiendo que algunos familiares están reclamando justicia, pero me pregunto ¿cuántos realmente en lo profundo de su ser buscan justicia?. Sé que estos me puede generar enemigos, pero lo tengo que decir: los hombres y mujeres de las FF.AA les pertenecen a la patria, y cuando le pertenecen a la patria no se reclama valor económico por ellos. Ellos juraron con su vida defender la patria, y la juraron defender no sólo en una guerra, sino en toda su soberanía, que es lo que estaban haciendo cuando murieron”.
Una FF.AA más profesional
Finalmente bregó para que el gobierno nacional entienda la importancia de las FF.AA y busque la manera de darle recursos para que pueda hacer su tarea de manera eficiente y profesional. “Vivimos en un país muy rico en recursos y terreno por gracias de Dios y por lo tanto lo tenemos que proteger y defender. Las Fuerzas Armadas no están sólo para ir a la guerra sino para proteger el inmenso patrimonio y los recursos naturales que tiene este país, tanto en el espacio continental como en las extensas costas y millas náuticas”, subrayó.
Gustavo Villagra cuenta con alta experiencia en las Fuerzas Armadas ya que desempeñó tareas dentro de buques logísticos, como el ARA Patagonia, donde asumió tareas como jefe de Control de Averías. También adquirió experiencias de Marina bajo el rol de jefe de Oficina Técnica, siendo además ayudante de Jefe en Dique Seco (lugar donde se reparan las embarcaciones) y jefe de Mantenimiento de Remolcadores en Control de Puerto.