Angela Ponce, primera de la izquierda, feliz con esta nueva experiencia.

Se trata de Ángela Ponce, representante española en Miss Universo 2018, quien asegura que con esta movida está ayudando a “salvar vidas” al ser la primera mujer trans en llegar a la final del concurso de belleza más famoso del mundo donde competirá el domingo 16, contra más de 100 mujeres. ¿Está bien que participe en este evento? ¿Y si gana, será más linda una trans que una mujer?

“Estar aquí me da la posibilidad de ser voz y esa es mi corona personal. Me permite motivar a mucha gente. Hay personas que por el simple hecho de que yo esté aquí continúan viviendo, ese es mi orgullo”, declara la modelo y activista por los derechos LGBT. Ella se refiere a la altísima tasa de suicidios dentro del colectivo trans asociada directamente a la exclusión social que viven en sus ámbitos familiares, escolares y laborales. Aún en el siglo XXI.

Angela Ponce, segunda de la derecha, dice que “participar de Miss Mundo” ya es ganar.

Todo está cambiando

Ángela fue coronada Miss España en junio y fue el ejemplo mundial de cómo los estereotipos pueden correrse y los lugares del género flexibilizarse. Dice sentir un “enorme cariño” de gente de todo el mundo, pero también la dificultad de que muchos se crean con “derecho a opinar” sobre su vida.

Con la frente alta

“Vengo preparada psicológicamente porque llegué a un grado de aceptación conmigo misma en el que hacerme daño es muy complicado”, enuncia con franqueza la modelo de larga cabellera rubia, grandes ojos y amplia sonrisa los días previos a la gala que se celebrará el día 17 de diciembre en la capital tailandesa.

Experiencia bonita

Colaboradora en un programa de televisión nacional donde entrevista a mujeres pioneras en sus profesiones, esta belleza que ha viajado a Tailandia con cinco valijas se siente encantada con la “experiencia bonita” que está viviendo.

El lenguaje inclusivo

” El simple hecho de que yo esté en (la final de) Miss Universo es un avance”, aclara Ponce al insistir en que el “debate generado” sirve para romper el tabú sobre la transexualidad y vencer la invisibilidad del colectivo en la sociedad. Aunque el lenguaje inclusivo va ganando las calles y el habla de los más jóvenes, el conocimiento de que el género no se parte solo en dos posibilidades a veces es difícil de naturalizar, justamente, por ese “reglamento invisible” que nos asigna en el nacimiento: mujer o varón.

fuente. clarín

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