La Universidad Austral hizo un informe con distintas mediciones internacionales. Hubo una leve mejora, pero el país sigue al fondo de la tabla. Desde el kirchnerismo hasta el macrismo, todo sigue más o menos parecido.
En la escuela, sería como pasar de un 0 a un 1. O de un 2 a un 3. La Argentina tuvo una leve mejoría en las mediciones internacionales sobre percepción de la corrupción, pero sigue en el fondo de la tabla. Con palabras más académicas, es la conclusión a la que llega un reciente informe de la Universidad Austral (UA) al que accedió Clarín y que aglutina distintos ranking que ponderan el flagelo.
Indicadores sobre corrupción
El trabajo, titulado “Indicadores internacionales de la corrupción en la Argentina”, se despliega en 27 páginas. Lo coordinó Marcelo Bermolén, abogado, especialista en acceso a la información pública y profesor de la Escuela de Gobierno de la universidad.
La fuentes utilizadas son las mediciones de Transparencia Internacional, el Banco Mundial, Foro Económico Mundial y Corporación Latinbarómetro. El menú es variado: se analiza desde el impacto de la corrupción en la competitividad del país hasta si la gente cree más probable coimear a un policía o un juez.
Resultado “malísimo”
En todo el abanico, como se dijo de arranque, el resultado es malísimo para la Argentina. Con breve consuelo: los índices de 2016, arranque de Cambiemos, resultan un poco mejores que en 2015, fin del kirchnerismo.
El primer índice que muestra el trabajo es de Transparencia Internacional, sobre Percepción de la Corrupción. Arranca en 1995, pleno menemismo. Argentina arrancó en mitad de tabla: puesto 24 sobre 41 naciones relevadas. Durante el kirchnerismo mantuvo posiciones incómodas y hubo leve repunte en 2016. El país quedó 95 entre 176, cuando el año anterior estaba 107 entre 167.
Luego aparecen los números del Banco Mundial sobre “Control de la Corrupción” y “Estado de Derecho”. Ahí las mejoras entre 2016 y 2015 son más ostensibles.
Transparencia Internacional
Sobre el final aparecen nuevamente cifras de “Transparencia Internacional”, con los ítem más terrenales. ¿Qué porcentaje de personas pagó un soborno para acceder a servicios básicos? ¿Qué probabilidad hay en su país de sobornar a un funcionario, un juez o un policía? En el primer caso, la Argentina (16%) está mejor que América Latina y el Caribe en general (29%). En el segundo, los peor parados son los agentes de seguridad (41%), seguidos por los funcionarios (40%) y los magistrados (36%).
Estas son las conclusiones finales del informe de la UA:
– “En general se observa que los argentinos perciben una disminución de la corrupción en el ámbito público y un mayor control o lucha contra este flagelo”.
– “Por otro lado, en términos generales, Argentina -que ha estado por debajo de la media de la región de América- tiende a acercar al promedio regional en todos los indicadores, superando sus propios indicadores históricos”.
– “Parece necesario profundizar lo realizado durante el 2016 (último período evaluado por los indicadores mencionados en este informe), para continuar mejorando en los indicadores internacionales que miden la corrupción en el ámbito público”.
– “En contraste expertos y empresarios no perciben mejora en la corrupción en el ámbito privado”.
– “La corrupción sigue siendo un factor importante para limitar la capacidad de hacer negocios y con ello la integración al mundo y la generación de empleo”.
– “Significativo es el porcentaje de los ciudadanos argentinos que confiesan haber recurrido o estar dispuestos al soborno para acceder a servicios de prestación pública”.
– “Será un gran desafío persistir en la lucha contra la corrupción para los casos más resonantes del ámbito público y extender ese combate al ámbito privado y cotidiano de la ciudadanía”.
fuente: clarín