Néstor Montiel está detenido por el crimen de Nadia Arrieta. Pueden condenarlo a perpetua.

Había sido condenado por apuñalar a una familia. Le otorgaron la libertad condicional y mató a una joven luego de intentar abusarla. Espera el juicio.

Esa mañana Beatriz se quedó armando pedidos en su casa de William Morris. Nadia abrió sola el local de Villa Tesei para hacer entregas y anotó el número de teléfono de un cliente en un calendario. Nunca supo que esa acción sería clave para lo que sucedería luego.

La del 1° de marzo fue una mañana tranquila, aunque de esas en las que no hay tiempo de parar. Hacía calor y madre e hija chatearon hasta las 11 sobre pedidos y entregas terminadas. Cuando Nadia no llegó a almorzar, Beatriz se preocupó. La joven nunca más respondió los mensajes WhatsApp.

Nadia Arrieta tenía 31 años.

Nadia Arrieta tenía 31 años.

Fue cerca de las 12.45 que Néstor Maximiliano Montiel (38) pasó por “NyB”, en Avenida Pedro Díaz 596. Buscó un set de mate con la imagen de Frida Kalo y lo guardó en una bolsa.

En las cámaras de seguridad de la cuadra se lo ve saliendo como si nada, con su bolsa en la mano, como si sólo hubiera entrado a comprar. Pero adentro del local hizo lo peor: intentó abusar de Nadia Arrieta (31), la ató, la amordazó y le cortó el cuello hasta matarla.

Montiel tenía una pareja de 18 años. A ella le regaló el equipo de mate que se robó del local tras el homicidio.

Néstor Maximiliano Montiel fue detenido gracias a que su número de celular quedó anotado

Néstor Maximiliano Montiel fue detenido gracias a que su número de celular quedó anotado

“Llevó a cabo un ataque contra la integridad sexual de Arrieta, mediante un hecho forzoso y violento, maniatándola y amordazándola, reduciendo así toda posibilidad de defensa, mediando circunstancias de violencia de género”, describió el fiscal de Morón Mario Ferrario, que solicitó la elevación a juicio de la causa por el crimen de Nadia. Y detalló: “Con el claro designio de causarle la muerte, utilizando un arma blanca, le efectuó un corte de unos quince centímetros en la región anterior y lateral derecho del cuello, logrando así su propósito de provocarle la muerte”.

No era la primera vez que Montiel usaba su cuchillo como arma en un brote. Y no hubiera podido hacerlo otra vez si cumplía los 18 años de condena por el primer ataque.

“Montiel salió a cazar y se encontró con mi hija. Lo que pasó adentro del local no lo vamos a saber nunca porque este sujeto no declaró. Sospechamos que había otro cliente y él entró, porque sino Nadia no dejaba pasar desconocidos. Lo de anotar el teléfono tuvo que ser algo del momento, creemos que él le habrá ofrecido sus servicios de peluquería a domicilio y por eso ella lo escribió ahí, o quizá directamente le agarró la locura en ese momento y la mató, no sabemos”, analizó Beatriz.

Montiel había aprendido a cortar el pelo en la cárcel. Estuvo preso entre 2001 y 2014, cuando le otorgaron la libertad condicional. Le faltaban cinco años para cumplir su pena.

El equipo de mate que el acusado robó de la escena del crimen. Se lo regaló a su novia, 20 años menor.

El equipo de mate que el acusado robó de la escena del crimen. Se lo regaló a su novia, 20 años menor.

Su antecedente violento se remonta a octubre de 2001. Néstor Montiel tenía 22 años y estaba buscando a su padre biológico. Encontró a una familia y la convenció de que era hijo de un hombre que justo estaba de viaje. Sus supuestas hermanas le creyeron. Lo recibieron en su casa y lo trataron como uno más.

Nunca quedó claro si efectivamente ese hombre era su padre o si se trató de un engaño.

La noche del 4 de octubre su nueva tía lo invitó a cenar a la casa de Williams Morris. No era el primer encuentro: ya habían compartido reuniones, asados y cumpleaños donde empezaron a acercarse.

Esa fatídica noche comieron “una tarta” y miraron “VideoMatch”. Alrededor de las 22, Montiel pidió ir al baño. Tenía una riñonera y no tardó más de tres o cuatro minutos, según declararon los testigos devenidos en víctimas. Cuando salió fue otro: tenía un cuchillo, estaba nervioso, amenazó a la hija mayor de la pareja y empezó a pedir dinero.

El momento de la detención de Montiel.

El momento de la detención de Montiel.

Cuando le dieron dólares se enojó “porque no le servían”. Ahí empezó lo que las víctimas describieron como “una lluvia de cuchillazos”. Al menor de los hijos de la pareja, de 14 años, lo obligó a atar a sus padres. Luego amenazó a su hermana, de 16, con el cuchillo en la garganta.

Los encerró en distintos cuartos y abusó de la adolescente. Después la quiso matar: le puso una almohada en la cabeza y la apuñaló en la “región cervical”. Ella simuló estar muerta para que se fuera. Funcionó. Montiel la dejó y se fue.

Cuando llegó al living atacó al chico de 14 y lo apuñaló en el pecho. Su madre, desesperada, quiso ayudarlo y se interpuso. También sufrió heridas en el cuero cabelludo, la cara y las manos.

El padre se desesperó y quiso defender a su familia. Montiel también lo acuchilló. Tanta fue la fuerza y la lucha que rompió el arma. La hoja quedó clavada en la cabeza del hombre.

Cuando terminó, Montiel se escapó y lo detuvieron al poco tiempo. En 2004 lo condenaron a 18 años de cárcel por “robo agravado, privación ilegal de la libertad, abuso sexual y tentativa de homicidio”. Estuvo 10 años preso y cuatro después volvió a atacar.

“Cuando firmaron su libertad firmaron la pena de muerte de mi hija. Cerré el local porque no podía estar ni medio segundo ahí adentro después de lo que pasó. Desde hace diez meses que me aboqué a este momento, llegar a juicio y conseguir una justicia real, que sea una condena ejemplar”, analizó Beatriz, desde su casa.

Y cerró: “No puedo creer que no hagan nada para parar estos hechos, que los jueces firmen la libertad de estas personas. Todos los días te levantás con un crimen nuevo. Hasta que te toca a vos. Hay que seguir, pero tiene que haber un cambio profundo”.

Montiel será juzgado el 11, 12 y 13 de marzo y podría ser condenado a perpetua.

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