Márgenes del Salí | Los ambientalistas de Conciencia Ambiental Tucumán, encabezados por su titular, Pedro Martínez, denunciaron el estado de total abandono en el que se encuentra el lago San Miguel.
Hermano menor de las márgenes del Salí
“Nuestro preciado lago San Miguel, este espejo de agua artificial ya en la actualidad parece en hermano menor de las márgenes del Río Salí, debido a su descuido”, sostuvieron desde esa organización ecologista.
En un mensaje sin rodeos hacia el intendente capitalino Germán Alfaro, Martínez sostuvo que “este lago es patrimonio de los norteños y los tucumanos, usted no tiene derecho a mantenerlo así”.
Menos propaganda y más soluciones
“Deje un poco de hacer propagandas junto su cuñado parados sobre charcos de materia fecal contra la SAT para ganar bancas legislativas y ocúpese de lo que los tucumanos que le confiaron el voto le pidieron”, señaló.
En cuanto a la política ambiental, sentenció que “ya fracasó con “basurales cero”. “En la ciudad hay un basural en cada esquina. ¿Ahora qué pretende? ¿Que los ojos del mundo nos critiquen por tener este monumento en ese estado?”
Los turistas sólo observan desastres
Martínez expresó además que “los norteños trascendemos fronteras con nuestro lago y el intendente tiene la responsabilidad, que no cumple, de tener “pulcro” el lugar, en donde los turistas sólo observan desastre”.
Indignado por la gran cantidad de desechos, entre pañales, botellas y cartones el ambientalista desafió al intendente Alfaro: “si desea ganar votos, párese frente al lago y explíqueles a los tucumanos el porqué de su desidia y desinterés”.
Olor a putrefacción
Subrayó que “recorriendo el contorno del lago, hay partes donde se puede oler a la distancia la putrefacción del barro acumulado y mezclado con desechos orgánicos e inorgánicos, foco propicio para la proliferación de virus y bacterias dañinos”.
“Estos focos de infección son pisados por los niños que inocentemente juegan a su alrededor o dentro del mismo”, sentenció. Otra mala noticia para el intendente capitalino que no levanta cabeza con su equipo de trabajo.