Pichichos en peligro | Las graves denuncias que hicieron referentes de la lucha contra el maltrato animal, en contra del titular del CENARA, no recibieron respuesta de las autoridades de la municipalidad de San Miguel de Tucumán.
Campo de concentración
A los calificativos de “campo de concentración” que recibió el CENARA de organizaciones proteccionistas no respondió ni la diputada nacional, Beatriz Ávila, que supuestamente estaba comprometida con esas acciones de bien.
La primera acción oficial como diputada nacional por Tucumán, realizada por Beatriz Ávila, fue reunirse con representantes de organizaciones de defensa de los animales. Con ello enfatizaba un compromiso que había asumido en plena campaña.
Dan la espalda a la protección animal
Sucedía que, a la luz de los resultados de las PASO, necesitaba muchos votos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que la esposa del intendente capitalino, Germán Alfaro, prefiriera darle la espalda a los pobres animalitos maltratados.
La diputada nacional lo hizo para respaldar a un funcionario de su marido, Jorge Pérez Musacchia, quien es el responsable del Centro de Adaptación y Reubicación Aninal (CENARA).
Maltrato y denuncias
Los problemas comenzaron cuando la Asociación Perros de la Calle, dirigida por Gabriela Uzqueda, y FUNDAMA, de María Evita Rodríguez, comenzaron a denunciar el maltrato que recibían los animales alojados en esa institución municipal.
Ambas organizaciones en defensa del maltrato animal, se hicieron eco de las pésimas condiciones en las que se encontraban los animales alojados allí. Por lo que intentaron entrar a observarlos pero les fue negado el ingreso.
No quedó ni una voluntaria en el CENARA
Otra de las acusaciones formuladas contra Musacchia fue realizada por Lucrecia Margarita Campo, quien junto a una decena de voluntarias prestó colaboración con la citada institución, pero dejaron de hacerlo por el supuesto maltrato.
La multiplicación de las quejas y denuncias contra Musacchia y la insistencia de las defensoras de los animales en reunirse con el propio intendente, Germán Alfaro, motivaron que fueran recibidas por Beatriz Ávila.
Una reunión para nada
Ávila las recibió junto con el titular del CENARA. “Nosotras le decíamos en la cara a Musacchia lo mismo que habíamos denunciado en contra del maltrato que sufrían los animales, pero él se hacía el desentendido”, rememoró Uzqueda.
En tanto que sobre la actitud de la diputada Ávila, la dirigente señaló que “ella se mostraba interesada en lo que le exponíamos, pero no le pedía explicación alguna a Musacchia, lo que nos generó una verdadera decepción.
Sólo preocupada por los “escraches”
La dirigente sostuvo que esa sensación de desencanto con la parlamentaria se profundizó cuando “al final de la reunión nos dijo que no prometía nada sobre el asunto y nos pidió que no la escracháramos”.
Agregó que “fuimos a la reunión con ella esperanzadas, porque no nos dejaron constatar el mal estado de los perros. Tuvimos que llevar una escribana, hacer la denuncia e iniciar una causa judicial, pero no logramos salvar a los canes”.
Amenazas y una campaña
Uzqueda sostuvo que debido a las denuncias sufrieron amenazas relacionadas con la cantidad de perros que rescatan. “Entre todas tenemos un total de 400 perritos rescatados. Los ponemos en condiciones y los tratamos de ubicar”.
También expuso que fueron objeto de una campaña de difamación, en conjunto con la anterior conducción del Colegio de Veterinarios, que expidió un certificado que avalaba el normal funcionamiento del CENARA.
Sin veterinarios para ayudarlas
Pero no sólo eso, también desde ese organismo colegiado dio órdenes a sus afiliados para que no prestaran apoyo a las organizaciones en defensa de los animales en acciones de castración a bajo costo.
Con respecto a las amenazas, sostuvo que varias de las referentes tuvieron que hacer denuncias, no sólo para resguardar a los animales que estaban en esa institución o en sus domicilios, sino para asegurar la propia integridad física.
Persecución hasta en el trabajo
La mujer dijo que las quejas le llegaron a su propio ámbito laboral, mediante llamados. Y que se le pidieron explicaciones por la situación, aunque no generó ningún tipo de sanción por parte de las autoridades.
Son graves denuncias que encontraron oídos sordos en la diputada nacional que levantó sus banderas para sumar votos y llegar al Congreso de la Nación. Hoy los animales están desprotegidos y se multiplican los perros callejeros.
Resultados de castración tendrían que estar a la vista
En cuanto a la actual política de castración de mascotas y animales abandonados en las calles, la referente de la Asociación Perros de la Calle, Gabriela Uzqueda, señaló que no se asimilan con lo que se dice.
“Los resultados de la castración ya se deberían poder valorar. En dos años ya se ven los resultados, pero nosotros observamos una mayor cantidad de animalitos en situación de calle”, expuso la referente.
El manejo del presupuesto
Sobre la mala relación con el titular del CENARA afirmó que puede haber molestado que pusiéramos en duda el manejo del presupuesto que tienen asignado y del que se pueden señalar casos puntuales.
Para dar un ejemplo, sostuvo que “tienen un par de caballos y piden presupuesto para comprar una droga para desparasitarlos que sale 1800 pesos por animal para una población de 200 equinos que no existe”.
Pedido de informe
Calificó de “campo de concentración” al CENARA y lamentó que no se pudiera salvar la vida de muchos de los animales que estaban allí, porque la denuncia precipitó el final de muchos de ellos.
Afirmó que el concejal Ricardo Bussi se hizo eco de sus quejas y solicitó un informe, pero le respondieron de manera evasiva, sin atender a los pedidos específicos de explicaciones. La historia parece que no terminará allí.