Luis Miguel se presentó el viernes por la noche en el Campo Argentino de Polo en lo que fue el primero de sus dos shows previstos en Buenos Aires luego de pasar por Córdoba. El concierto se extendió un poco de dos horas y tuvo 37 canciones, muchas de ellas interpretadas en forma de medley – o “enganchados”- y playback.
Manteniendo la esencia de la gira “México por siempre”, Luismi combinó los grandes éxitos de su carrera lo que incluyó clásicos, canciones románticas y otros temas más pop.
Sin embargo, el artista mexicano pasó gran parte del show haciendo gestos de reproches a su sonidista y dando indicaciones a sus músicos. Incluso, según denunciaron sus propios fans en las redes sociales, su enojo fue tal que hasta pateó un parlante.
A su bronca por el sonido se le sumó el playback –según indicaron- muy notable en la primera parte del show.