La chica de 15 años desapareció el 22 de junio de 1983 cuando salió del conservatorio de música. Una carta anónima llevó a reabrir el caso: “Busque dónde indica el ángel”, en el cementerio del Estado pontificio. Un arzobispo estadounidense está en la mira.
La familia de Emanuela Orlandi, la joven hija de un empleado vaticano desaparecida en 1983, ha pedido al secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, la apertura e información de una de las tumbas que se encuentran en el cementerio teutónico en el interior del Estado pontificio.
El Vaticano estudia la solicitud
El portavoz interino del Vaticano, Alessandro Gisotti, confirmó la carta de la familia enviada a Parolin y explicó que se estudiarán las solicitudes de la familia, que se habían conocido hoy en un articulo publicado en el diario Corriere della Sera.
La abogada que asiste a la familia Orlandi, Laura Sgrò, explicó que el verano pasado recibieron una carta anónima con una foto de la tumba con la frase “Busque dónde indica el ángel”.
La tumba fue abierta, al menos una vez
Según Sgró tras algunas investigaciones se descubrió que la tumba se abrió al menos una vez y que la datación de la estatua es diferente de la de la losa.
La tumba se encuentra en el cementerio teutónico, dentro de los muros vaticanos, donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón, lugar de martirio de muchos de los primeros cristianos y posteriormente pasó a ser propiedad de una fundación alemana.
La estatua del ángel
En este cementerio, apoyada en una de las paredes, se encuentra una estatua de un ángel que sostiene una sábana con el texto latino “Requiescat in pace” (Descanse en paz), mientras que en la lápida hay una inscripción fúnebre dedicada a la princesa Sofía y al príncipe Gustavo von Hohenlohe, quien en 1857 fue nombrado arzobispo por el papa Pío IX.
Además, la abogada ha explicado a los medios que es la única tumba donde de vez en cuando aparecen algunas flores o un cirio encendido.
Tenía 15 años
El caso Orlandi, la chica de 15 años que desapareció el 22 de junio de 1983 cuando salía de la escuela de música de San Apolinar, en el centro de Roma, sin que desde entonces haya habido noticias sobre su paradero ha estado siempre rodeado de misterio por las varias teorías de la implicación desde hombres de la Curia vaticana, a la Banda de la Magliana (la mafia de Roma) o del atentado a Juan Pablo II a manos del turco Ali Agca.
La mafia de Roma
La familia lleva años intentando encontrar pistas de lo que ocurrió y ya en 2012 pidieron una investigación cuando se encontraron restos óseos sin identificar al lado de la tumba en la basílica de San Apolinar de Enrico De Pedis, jefe de la “Banda de la Magliana”, la mafia de Roma durante los años 70 y 80.
Un arzobispo en la mira
La pista de que alguien había encargado a la Banda de la Magliana secuestrar a Orlandi fue una de las hipótesis evaluadas durante la investigación, sobre todo después de que la novia de De Pedis, Sabrina Minardi, confesara que la chica fue secuestrada por indicación del arzobispo estadounidense Paul Marcinkus, entonces director del Instituto para las Obras Religiosas (el IOR, más conocido como el Banco Vaticano) “para dar un escarmiento a alguien”.
Fuente: infobae