-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace vestido con esa túnica blanca? ¿Acaso se está preparando para participar de algún vía crucis en Semana Santa?
-No, mi estimado. ¿Usted pensó que yo podría hacer el papel de Jesús?
-No, más bien pensaba en Barrabás…
-No se haga el gracioso que no le voy a contar el porqué de estas vestiduras.
-Era sólo una bromita. No se me lo sulfure que le puede dar algo.
-Está bien, se lo acepto porque estoy de buen humor esta mañana.
-Bueno, deje de dar más vueltas que perro pa´echarse y cuente de qué se trata.
-Estoy vestido de monaguillo.
-¿Y eso qué tiene que ver con los chismes políticos que me cuenta todos los días en el bar?
-Sucede que varios políticos de Cambiemos parece que se bajan de cardenales a simples monaguillos.
-¿Quiénes?
-Por ejemplo, José Cano dice que no será candidato a nada.
-¿Y la Gobernación?
–Ya lo bajaron.
-¿Cuáles son los otros que bajarían a cargos de menor rango?
-Amaya iría a la Legislatura.
-¿En serio?
-Sipi.
-¿Y Prat Gay?
-De ese sí que no sé nada. Pero hay otro que se va a bajar, pero en otro espacio político.
-¿Quién?
-Un senador que poco y nada le gusta hablar en el Congreso.
-Ah, José Alperovich…
-Sipi.
-¿Y por qué se baja?
-Dicen que porque se lo pide Cristina para alcanzar unidad en Tucumán, pero yo creo otra cosa.
-¿Qué cree?
-Que las encuestas no le dan…
-¿Y los números que hizo circular?
-Bombas de humo.
-¡¡¡Usted está picante hoy, Eduard!!!
-Hablando de eso, consígase un picante que ya traen el locro que pedí para los dos.
-¡Qué generoso!
-Usted más, porque es a su cuenta.
-¡¡¡Ya me jodió de nuevo!!!