La reunión estaba prevista para el lunes, pero se adelantó: fue anoche en un restaurante porteño. Los radicales pidieron discutir cargos más adelante, pero antes de la Convención.
Los que fueron
El revuelo que generó la novedad de que el Gobierno negociará con la Unión Cívica Radical quién lo secundará en la fórmula con la que buscará la reelección aceleró los plazos de la reunión que había sido trazada inicialmente para el próximo lunes: anoche, los gobernadores de la UCR, Alfredo Cornejo (Mendoza) y Gerardo Morales (Jujuy); y los dos PRO, María Eugenia Vidal (Buenos Aires) y el porteño Horacio Rodríguez Larreta; cenaron con los dos hombres que habilitó el Presidente para negociar y sellar el acuerdo: el todopoderoso jefe de Gabinete, Marcos Peña; y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Pero la discusión por los cargos quedó en stand by: hablaron de armar un plan “anti crisis” y de medidas concretas para reactivar el consumo: las tarifas, los créditos para el consumo y un acuerdo de precios para paliar los efectos de la inflación.
En la cita, en el restorán Novecento, no estuvo el correntino Gustavo Valdés, quien de todos modos antes dialogó con sus correligionarios.
Se siguió adelanta
Tal vez por una cuestión de peso específico y de menor influencia en la cúpula, Valdés no es de los más críticos. En ese sentido, su ausencia no modificó en absoluto el contenido del planteo. Los emisarios radicales cumplieron con el acuerdo que habían sellado un rato antes, en una mini cumbre partidaria de la que participaron otros dirigentes, como la senadora mendocina Pamela Verasay y el senador formoseño Luis Naidenoff: no hablar ni discutir cargos con el Gobierno hasta que no haya una escucha activa por parte de la Casa Rosada respecto a la gravedad de la situación que se atraviesa.
“No se trata de que nos digan que podemos integrar la fórmula; sino de que quieren hacer cambios para que Macri siga siendo competitivo en un mes”, fue el crudo análisis que hizo un importante dirigente ante este diario, antes del encuentro.
Fue en línea con el mensaje que habían enviado los radicales ni bien fueron convocados por el Gobierno con la promesa de poner sobre la mesa la vicepresidencia. “Discutir todos los temas”, como dijo Frigerio públicamente para cerrar, con el aval de Peña, el debate y fijar postura ante los intentos desesperados de un sector del oficialismo de negar la apertura del Gobierno.
Los cargos
Con todo, los radicales se anticiparon y de entrada nomás expusieron que preferían hablar de los cargos en futuras reuniones. “Si no para afuera queda que acá nos preocupamos por eso, cuando ustedes saben bien que no es así”, fue la aclaración que hizo un correligionario. El planteo entre radicales fue más crudo: “¿Para qué hablar de la vice de una fórmula que si no se hacen cambios puede ser derrotada?”
De todos modos, se acordó que fuera antes de la Convención Nacional Radical, que estiman se hará a fines de mayo. La propuesta está sobre la mesa: el propio Frigerio, en una entrevista con A24 que se transmitió a la misma hora que estaba sentado en el restorán, expuso que “no es un disparate” pensar en un vice radical y se refirió al caso puntual de Martín Lousteau. “El está en el radicalismo y es socio de cambiemos a nivel nacional y en todas las provincias. No me parece un disparate, de hecho coincidimos con muchas cosas”, indicó.
Encolumnados detrás de Macri
Llegar con la carta de la vicepresidencia es clave para la UCR, según admiten en el Gobierno. Es que hasta los propios radicales que se mantienen encolumnados detrás del liderazgo de Macri pronostican que será una cumbre con final incierto. “Nadie puede garantizar que muchos no quieran irse de Cambiemos”, fue el mensaje que le trasladaron al Gobierno.
Los radicales habían hecho un punteo de temas previamente, vía altavoz, con el líder radical Ernesto Sanz. El ex senador, enfrentado con Peña; perdió diálogo con Macri y si bien está alejado de los micrófonos, no oculta su preocupante diagnóstico ante sus hombres de confianza que lo consultan. Al igual que el grueso de la tropa, está entre los que no se espantan cuando escucha mencionar el “Plan V”.
Por la tarde ante el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el titular del Banco Central, Guido Sandleris y el ministro de Producción, Dante Sica; en un cónclave -junto a Valdés y Larreta- en el Palacio de Hacienda, Cornejo y Morales plantearon su preocupación por el rumbo económico. Y a la noche fueron más allá: consultaron si la salida a la crisis iba a ser “con más ortodoxia o si habrá lugar para un modelo heterodoxo”. Y reclamaron medidas para reactivar el consumo. Pero el punto en el que más énfasis hicieron giró en torno a las tarifas. Según admitieron fuentes oficiales, tras el cónclave, el Gobierno analiza reformular el esquema de aumentos tarifarios.
Como ya habían hecho ante Sica, también expusieron las subas “desmedidas” de los productos de la canasta básica. Sobre este punto, los radicales tuvieron el respaldo de Vidal y Larreta, que en su momento también habían alzado la voz contra la falta de control del antecesor de Sica, Francisco “Pancho” Cabrera.
En ese sentido, la respuesta que recibieron dejó conformes a los radicales. El Gobierno trazará, como adelantó Larreta este viernes en Radio con Vos, un “acuerdo de precios”, analizará la posibilidad de reactivar créditos para el consumo y hasta se evaluará la posibilidad de reformular el Procrear, ante la caída de los UVA.
En simultáneo, de cara a una nueva reunión que se hará la próxima semana, Peña y Frigerio pidieron que los gobernadores confeccionen un paquete de medidas para analizar. “La reunión fue muy positiva. Hay apertura para hacer cambios”, analizó uno de los comensales.
fuente: clarín