En los comicios para elegir gobernador, la candidata del oficialismo local es la favorita, mientras el Gobierno se perfila para ser tercero.
El 7 de abril en Río Negro siete fórmulas compiten para elegir gobernador y vice, y los 46 legisladores provinciales (24 circuitales y 22 poblacionales). Pero también se pone en juego la reconfiguración del sistema de partidos activada en 2015 con la aparición del partido provincial Juntos Somos Río Negro (JSRN).
Reelección frenada
El 22 de marzo la Corte Suprema de Justicia de la Nación frenó el intento rereeleccionista del gobernador Alberto Weretilneck (JSRN), por lo que el pulso preelectoral lo marcó la judicialización del proceso, en detrimento de las propuestas de políticas públicas.
Corrido Weretilneck de la oferta, se abren tres interrogantes: ¿La ciudadanía castigará al JSRN por este intento rereeleccionista? ¿Puede una fórmula nueva fidelizar la cantidad de votos que acumulaba el gobernador? ¿Qué fuerza política se beneficiará en este escenario?
La nueva fórmula de JSRN, alianza conformada por el Movimiento Patagónico Popular (MPP), Renovación y Desarrollo Social (REDES) y Partido Victoria Popular (PVP), está integrada por Arabela Carreras (Bariloche) y Alejandro Palmieri (Roca), ambos poco conocidos por el electorado. La estrategia de JSRN está centrada en la figura del actual gobernador, que según sondeos acumula una imagen positiva del 45 al 60 por ciento.
Obras públicas
Para capitalizar esta ventaja, Weretilneck recorrió la provincia con inauguraciones de obras públicas del Plan Castello; anunció el pase a planta de casi cuatro mil empleados estatales con apoyo de ATE y promovió 2500 concursos docentes en febrero y el inicio de clases sin conflicto. La recolección de votos está orientada a sumar triunfos en las ciudades más pequeñas para sacar una ventaja con respecto a la competencia más reñida de las ciudades más grandes. Además de un cronograma despegado de la elección nacional, la campaña apunta a provincializar las preferencias con ejes en “la integración y el desarrollo provincial”, “la libertad respecto del poder central” e “la identidad rionegrina”.
Alianzas
El Frente Para la Victoria (FPV) postula a gobernador al intendente de Roca, Martín Soria (hijo del ex gobernador Carlos Soria), y como vice, a la senadora nacional Magdalena Odarda (Río). El FPV amplió la alianza con respecto a 2015. Al PJ, Frente Grande y Kolina, sumó el Partido Socialista y, como adherentes, a Río, Nuevo Encuentro, Partido Comunista, Nacional Alfonsinista, Solidario, entre otras, aunque la mayoría sin una historia electoral importante. Si bien Soria buscó vincular a Weretilneck con Mauricio Macri, decidió prescindir de imágenes que nacionalizaran su propia campaña, como la de Cristina Fernández de Kirchner. La estrategia está orientada a ganar las ciudades cabeceras de los circuitos.
Cambiemos sufre una gran fragmentación al interior de sus filas. La UCR divide sus apoyos entre el gobernador y la lista que encabezan la diputada nacional Lorena Matzen (UCR de Allen) y la empresaria de Cipolletti Flavia Boschi (PRO), ambas poco conocidas en la provincia. El PRO también sufre divisiones. El diputado nacional Sergio Wisky (PRO) incentiva el abandono estratégico de Matzen por JSRN, para evitar que gane el sorismo. El ARI, si bien apoya la fórmula Cambiemos, se reconstruye después de que Odarda conformó un nuevo partido y se alió al FPV. Cambiemos apela a la nacionalización de la elección pero debe neutralizar la imagen negativa del gobierno nacional.
Si la nueva fórmula del partido provincial fideliza los votos del gobernador, JSRN y el FPV protagonizarán la disputa. Si no hay suficiente fidelización y JSRN pierde votos en gran medida a favor de Cambiemos, la competencia puede configurar un escenario de tercios y aumentar las chances del FPV.
fuente: infobae