Por estas horas, el mundo posa su mirada en los movimientos de cada uno de los actores de la vida del país. Uno de ellos, Estados Unidos, aparece como el más decidido a sostener la transición democrática al apoyar firmemente al presidente interino Juan Guaidó, quien necesitaría de mayores muestras de solidaridad por parte de sus aliados internos.
Medidas de Washington
Esta semana podrían multiplicarse las medidas desde Washington. Es posible que se den a conocer aún más sanciones económicas del Departamento del Tesoro sobre la jefatura y los allegados directos del régimen. Las mismas también podrían golpear a sus aliados, sobre todo Cuba, una de las administraciones que amparan a Caracas. ¿Presionará también sobre otras islas? Por el momento, los Estados Unidos ingresaron en etapa de negociaciones con Rusia, el principal sostén económico y militar del Palacio de Miraflores.
El plan fallido
Mientras tanto y pese al fallido plan para expulsar a Maduro del poder, (parte de) la oposición venezolana continúa adelante con la Operación Libertad. Vladimir Padrino López, el ministro del Poder Popular para la Defensa y líder del Ejército Bolivariano -y sobre el cual todos posaban sus ojos desde el inicio de los alzamientos en la base aérea La Carlota– faltó a su promesa de empujar de la sede gubernamental a Maduro. Por cobardía o por una temprana interferencia cubana y rusa, lo cierto es que quien debía unificar las fuerzas dio marcha atrás. El coraje, al parecer, vive sólo en el desarmado pueblo venezolano que se expone en las calles.
Los posibles escenarios
El generalísimo había acordado con John Bolton, el asesor de Asuntos de Seguridad Nacional para Donald Trump, reconocer a Guaidó como presidente encargado de Venezuela y permitir la transición democrática. El pasado viernes por la mañana el consejero de la Casa Blanca junto al secretario de Estado Mike Pompeo visitaron el Pentágono. Mantuvieron una reunión donde se discutieron posibles escenarios en la nación petrolera. Sin embargo, la opción militar es desalentada por el momento: una incursión terrestre podría demandar un alto costo humano.
Agentes de la KGB
Horas después ese mismo día Trump y su par ruso Vladimir Putin dialogaron por teléfono. El ex agente de la KGB destinado en Alemania del este durante los años de la Unión Soviética expuso sobre el demacrado estado latinoamericano. Afirmó que corresponde a los propios venezolanos definir el futuro de su nación. Es verdad. Pero agregó: la injerencia externa socava las posibilidades de una solución política a la crisis. Nadie sabe decir si se trató de un acto de cinismo o un error de traducción.
Militares rusos
Desde hace meses Rusia dispone del envío de militares a Caracas quienes están dedicados a proteger sus negocios -petroleros y mineros- y al régimen al que controla junto a China, Irán y Cuba. Este viernes aterrizó el hasta ahora último contingente ruso: lo hizo a bordo de un avión Hércules c-130 en el aeropuerto de Coro. Ocurría mientras los presidentes de ambas potencias hablaban de la no intervención en territorio venezolano y de “ayuda humanitaria”, en palabras de Trump.
fuente: infobae