La charla dura poco más de nueve minutos. Es una grabación secreta de un encuentro entre dos personas que se conocen. Es prácticamente un monólogo culposo de Marco Lautaro Teruel, el hijo de Mario Teruel, uno de los integrantes del grupo musical Los Nocheros, y una joven que actualmente tiene 16 años. En el diálogo, ella interviene con una única consulta. “A mí me había quedado la duda de por qué lo hiciste“, le preguntó.
Lo que había hecho constar en una denuncia que realizó la madre de la joven cuando ella frecuentaba la casa Teruel para jugar con un familiar. La mujer lo acusó a Lautaro de haber abusado sexualmente de su hija durante esos encuentros. La investigación del caso la lleva el Juzgado de Garantías de 7° Nominación y la Fiscalía Penal de Delitos contra la Integridad Sexual N°1, a cargo del doctor Sergio Federico Obeid, quien ya ordenó el cumplimiento de diversas medidas probatorias e imputó a Marcos Teruel por los delitos de exhibiciones obscenas agravadas (dos hechos) y abuso sexual con acceso carnal (dos hechos) en concurso real, de acuerdo a un comunicado del Ministerio Público Fiscal de Salta. El joven permanece detenido con prisión preventiva, mientras se desarrolla la investigación.
En un audio que grabó la víctima, el imputado reconoció el abuso sexual. El encuentro tiene como pretexto el pedido de disculpas. “Con lo tuyo, digamos, hace mucho tiempo como tres, cuatro años, que vengo diciendo ‘tengo que pedirle perdón a esa pendeja’ porque se lo merece. Fue una pendejada. No puedo sacar cálculos sobre qué edad teníamos los dos. Por eso te quería pedir disculpas“, comenzó su exposición el acusado.
Para explicar su sentimiento de culpa, reconoció haber cometido otro abuso y admitió que el escrache que había sufrido fue como una señal para expresarle su perdón: “El día que te pedí disculpas, dos días antes una amiga de añares, nos escrachó en Facebook a dos amigos y a mí, diciendo que habíamos abusado de la mina, tenía carteles de mis amigos que decía violadores y yo tenía los huevos en la garganta. Fue una situación muy densa. Pero cuando me pasó eso, lo primero que pensé fue en vos, yo quería pedir disculpas hace ya rato y ahora era la oportunidad de hacerlo”.
“Con la mina esta estuvimos dos de los tres -desarrolló el acusado-. El único que no estuvo fue el que la pasó peor. Y la mina lo tiró, una amiga de toda la vida, pero podría haber levantado el tubo y decir ‘che loco me quiero juntar porque tengo una versión de lo que pasó esa vez y capaz que ustedes tienen otra’. Gracias a Dios que no se viralizó fuerte. Más con mi apellido podría haber salido sin asco, pero gracias al cielo y la tierra no fue así. De todas maneras, lo poco que se viralizó fue suficiente como para hacernos pingo a nosotros”.
“La vida me dijo ‘ahí está, vaya y pida disculpas’. Tenía la necesidad de hablarte. Yo te hablé súper tranquilo, dentro de todo, porque se me reventaba el corazón pero estaba dentro de todo tranquilo y ya venía de tres días llorando como una china. Antes había estado hecho pingo. Perdí una banda de peso, no comía nada, fumaba todo el día. Entonces, me di cuenta que no quiero que le pase a nadie”, explicó.
“Todo este tiempo que pasó me acordaba de tu cara cuando era pendeja y para mí era un bajón porque no tenía otro recuerdo tuyo. El otro día que te vi ahí, dije ‘está re grande’. Pero a partir de ese día, me acuerdo de vos así como estás ahora y no esa sensación chota. Era una necesidad de sacarlo y de intentar escucharte también, fue una boludez“, dijo antes de que la joven le preguntara por qué lo hizo.
“No sé boluda -respondió él-, era muy pendejo, no sé realmente, no sé cuál es la respuesta a por qué lo hice. Sí sé que cuando lo hice en un momento no te gustó nada, porque si me di cuenta, y nada y pasaba el tiempo y más me hacía la cabeza, que culiao que fui, eras re pendeja, habrá sido hace diez años”. Ella le contestó que por entonces tenía siete o seis años, aunque en la denuncia consta que ocurrió cuando tenía 10 años.
“Me encanta que estés ahora así, grandota, que se pueda hablar con vos, boluda, no siempre se puede, no siempre tenés la posibilidad de arreglar las cosas o de intentar arreglarlo. En ese momento no tuvo arreglo, pero ahora sos un poco más grande, podemos charlarlo, juntarnos, me podés tirar un mensaje o lo que sea. Como le dije a tu vieja: ‘para vos y para ella yo estoy para cuando quieran hablar’. Para tu vieja también, ya sé que es mucho más difícil, pero nada tampoco me gustaría verle la cara a tu vieja y que se entere que soy un hijo de mil puta. Porque soy moquero, soy mujeriego, pero tampoco siento que sea un abusador. Saber que sí lo fui, es un bajón”, finalizó.