Consenso o grieta | Por Manuel Rivas*. La necesidad de una sana convivencia política para terminar con la grieta que tanto daño generó. El mensaje del arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez, y las actitudes de los políticos.
Todos en paz
“Todos deseamos la paz y para que sea realidad la convivencia pacífica, la clave es sabernos iguales los unos a los otros”, fueron las palabras que quedaron resonando en la homilía del Tedeum del 25 de Mayo pasado.
Las pronunció el arzobispo de Tucumán, monseñor Carlos Sánchez, en sintonía con el mensaje de la Iglesia Católica Argentina. El mensaje tiene un claro objetivo de terminar con la grieta, que tanto perjudica y divide a los argentinos.
Justicia, pan y trabajo
“Este año se renovarán las autoridades de nuestra Argentina en democracia, tanto a nivel nacional como provincial. Es importante que todo el pueblo tome conciencia que es el mismo pueblo, el que ejerce este derecho soberano de elegir el libertad”.
Monseñor Sánchez, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia, subrayó en el mencionado mensaje que la convivencia pacífica se logra cuando “hay justicia, pan y trabajo en cada familia”.
Superar los problemas estructurales
Se trató de un mensaje en el que la Iglesia trató de marcar un camino de unión, como medio para salir de problemas estructurales muy graves, como la pobreza, de la cual señaló el crecimiento.
Está claro que profundizar las divisiones entre los actores de la política y los propios habitantes del país, sólo hará demorar las soluciones necesarias y urgentes para los problemas del presente.
Siguen preocupando la inflación, pobreza, tarifazos, desempleo, dólar alto, presión impositiva, falta de reactivación de la producción y estancamiento de la economía.
Impericia de Macri
El mensaje a nivel nacional fue en similares términos y Mauricio Macri lo soportó estoicamente, como máximo responsable de esta situación, porque ya no corre el argumento de la pesada herencia.
El actual primer mandatario argentino sólo esgrimió la impericia para manejar los problemas esenciales de un país que sigue esperando los brotes verdes de una reactivación que se hace desear demasiado.
Dos receptores claros
Quienes estaban en la Catedral provincial esperando ese mensaje eran justamente dos actores de la política provincial. Uno era el gobernador, Juan Manzur. El otro era el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro.
Ambos referentes del ámbito político se han mostrado enfrentados, aunque el mandatario provincial siempre mantiene un perfil menos confrontativo que el “lord mayor”.
Sucede que en el peronismo el gran espadachín es el vicegobernador Osvaldo Jaldo, quien se encarga en un tono siempre fuerte, de enfrentar las críticas y los ataques de la oposición.
Un mensaje fantástico
En esa función siempre se destacó el hombre de Trancas. Sin embargo, Manzur mantiene otro perfil y, ni lerdo ni perezoso, recibió de buena manera el mensaje del Arzobispo.
Al punto que expresó: “fue un mensaje fantástico de nuestra Arzobispo hablando de la paz y de la convivencia. Quiero agradecerle esta celebración y que estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo. Pondremos todo nuestro aporte para cerrar la grieta en la argentina. Todos tenemos que hacer el esfuerzo”.
También hubo otro gesto de Manzur en la celebración religiosa que se llevó a cabo en el templo principal, porque a la hora de “dar la paz”, saludó al intendente capitalino dejando de lado todos los enfrentamientos pasados.
El campeón de cerrar la grieta
Anticipándose por mucho a este mensaje de la Iglesia Católica, el candidato a gobernador por el Frente para la Democracia Social, Ariel García, ya viene batiendo el parche sobre la necesidad de cerrar las grietas abiertas en las últimas elecciones nacionales, en donde la población argentina fue sometida a una salvaje polarización entre el macrismo y el kirchnerismo.
En un país acostumbrado a enardecer los antagonismos, ya desde la propia Revolución de Mayo, entre Morenistas y Saavedristas; y luego la sangrienta guerra civil entre unitarios y federales. sólo por nombrar algunos de los capítulos más nefastos de nuestra historia, fogonear divisiones no es lo mejor.
Junto a intendentes peronistas
García conmovió el escenario político con el apoyo a dos intendentes del peronismo, Francisco “Pancho” Serra (Monteros) y Patricia Lizárraga (Famaillá).
Su movida es consecuente con lo que viene manifestando en cuanto a la necesidad de alcanzar la unidad de los tucumanos para superar la actual situación crítica, en donde la preocupación mayor se da en torno a la pobreza y el desempleo.
Aplicando la máxima radical de luchar por los desposeídos y apostando a la Democracia Social, pregonada por el ya fallecido ex presidente Raúl Alfonsín, se logró constituir en un espacio alternativo interesante para el electorado tucumano, harto de los enfrentamientos verbales y dialécticos del resto de los candidatos.
Todo se pondrá en la balanza y el electorado tucumano tendrá la posibilidad de definir, en el cuarto oscuro, a quienes iluminará para que gobiernen este querido territorio y salvarlo de las ambiciones personales que tanto daño le hicieron.
*Director Diario Cuarto Poder