Es la quinta huelga general contra la administración de Cambiemos. No hay colectivos ni trenes ni aviones. Están cerradas las oficinas públicas y los bancos. No hay clases.
La CGT, las dos CTA y los Moyano realizan un paro general contra el gobierno de Mauricio Macri. Es el quinto en 4 años (o el sexto si se contabiliza el del último 30 de abril) en el marco de las negociaciones en el PJ que busca consensuar una fórmula para competir en las elecciones presidenciales de octubre.
La huelga se siente en las calles porque no hay transporte. La UTA garantizó que no funcionen colectivos, trenes ni subtes. Tampoco hay aviones, a excepción de algunos pocos servicios de aerolíneas Low Cost o de servicios internacionales que aterrizaron esta mañana.
Por la participación del gremio de Camioneros, no hubo recolección de residuos ni distribución de alimentos. No se puede cargar saldo en la tarjeta SUBE. Las escuelas, los bancos y las oficinas públicas están cerradas. En los hospitales sólo hay atención de guardia.
En su mayoría, las calles ofrecen una imagen similar a la de los fin de semanas. Los pocos taxis que están trabajando están repletos.
En las primeras horas de este miércoles 29 de mayo, la protesta se realizó sin incidentes pero con muchas complicaciones para movilizarse. De ahí que se hace muy difícil distinguir quiénes no fueron a trabajar como símbolo de protesta y quiénes simplemente no pudieron porque no tenían cómo hacerlo.
“Este paro visualiza un rechazo absoluto al trazado económico viente desde 2015. Fue un desacierto detrás del otro y no aparecieron los resultados que se esperaban. Estamos pidiendo otro tipo de creatividad ante los problemas”, planteó el sindicalista Juan Carlos Schmid.
fuente: infobae