Una tragedia se produjo en las inmediaciones de Aguas Blancas, una pequeña ciudad ubicada en la provincia de Salta. Un hombre conducía su auto con un alto estado de ebriedad en una ruta, cuando perdió el control y atropelló y mató a un motociclista que circulaba en dirección contraria. Lo paradójico fue que la víctima mortal era nada menos que su primo y hermano de quien en ese momento lo acompañaba en el vehículo.
El hecho sucedió durante la tarde del sábado en un punto de la Ruta nacional Nº 50, a la altura de Aguas Blancas y fue registrado en video por los ocupantes de un auto que circulaba en la zona.
En las imágenes se puede observar cómo el conductor de un auto blanco, llamado Fabián Sarmiento, circulaba por la ruta con claros signos de no estar en condiciones normales para conducir: el vehículo pasaba de un carril al otro y le resultaba imposible poder transitar exclusivamente por su carril.
Junto a Sarmiento viajaba uno de sus primos, Samuel Jaime, quien se desconoce si también había consumido alcohol antes de que ambos se subieran al auto.
En un momento del video, se ve cómo el vehículo se desvía hacia la izquierda y queda sobre el carril de dirección contraria. Fue entonces cuando en un instante, el auto blanco impacta de lleno a un motociclista que circulaba de frente. En ese instante se desató la verdadera tragedia familiar.
Segundos después del impacto, ambos integrantes del vehículo se bajaron y comprobaron que la víctima, que yacía ya sin vida sobre el asfalto, era Joel Jaime, nada menos que el hermano de Samuel y el primo de Sarmiento, el conductor del auto.
Según indicaron testigos, Samuel Jaime comenzó a pegar gritos desaforados al constatar que la víctima mortal era su propio hermano.
De acuerdo al diario El Tribuno, Fabián Sarmiento había estado consumiendo bebidas alcohólicas desde el mediodía en su domicilio y había decidido hacerle el favor a su primo Samuel de trasladarlo en auto a la ciudad de Orán. Además, se constató que el vehículo con el que se protagonizó el accidente no era de su propiedad: era de otro individuo, que lo había contratado a Sarmiento para que trabajara como remisero.
Así, durante todo el fin de semana, la pequeña ciudad de un poco más de 3.000 habitantes quedó absolutamente conmocionada.
Por su parte, Sarmiento fue trasladado por una comitiva de la División Homicidios a la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas. Fue allí donde se comprobó que el conductor registraba unos 3,56 gramos de alcohol en sangre, siete veces por encima del límite permitido. Según expertos, ese estado supone encontrarse al borde de la intoxicación etílica.
La fiscalía determinará hoy si se imputa finalmente al conductor por el delito de “homicidio simple con dolo eventual”. En principio, Sarmiento permanecerá privado de su libertad.