Silvia Luna fue condenada por el brutal crimen de Carla Bruzzone en General Las Heras. Tras estar tres años años presa, se puso en pareja con un ex convicto y completó sus estudios en un instituto de ATE. El hijo de su víctima habla por primera vez.

“¡Me recibí. Soy enfermera!”, se lee en un cartel blanco hecho con cartulina y escrito con marcadores flúo. La que lo sostiene es una mujer de 35 años, de baja estatura y de pelo oscuro, lo muestra sonriente para una foto. Minutos antes, el Instituto Superior de Enfermería de ATE había entregado los diplomas a los alumnas y alumnos de la camada 2017. Los familiares de la agasajada la reciben en la vereda con botellas de vino espumante, brindan y festejan. Se abrazan. Ella parece haberse sacado un peso de encima. La nueva enfermera tiene un pasado que difícilmente podrá olvidar: el 17 de abril de 2010, Silvia Luna mató a con una maza de aplastar carne a Carola Bruzzone en un restaurante de General Las Heras, provincia de Buenos Aires.

El 24 de abril del 2010 iba a ser un día sumamente especial para Silvia Luna y su entonces pareja Juan: después de varios años de noviazgo, se iban a casar. Estaba todo listo. Los preparativos en marcha y las invitaciones impresas y repartidas. Pero había algo que a Silvia no la dejaba tranquila los días previos: un video. En esas imágenes caseras se la veía a ella teniendo sexo con un misterioso amante. Alguien, de alguna manera, lo había conseguido y lo estaba distribuyendo por todo el pueblo de Las Heras. Luna no sabía quién había sido pero sospechaba de una persona, de una de sus mejores amigas: Carola.

Ambas mujeres trabajaban en el restaurante Matute de General Las Heras, Silvia era moza y Carola cocinera. Exactamente una semana antes de la boda todo cambió. Luna estaba convencida de que su amiga quería reproducir el video porno en las pantallas gigantes del casamiento y arruinar la celebración, pensó que era el fin de todo, humillación delante de sus conocidos y el final. Pero no lo iba a permitir. Fue a la cocina directo a increpar a Carola. No la encontró. Se dio cuenta que su amiga estaba afuera, en el patio interno, hablando por teléfono. En esos segundos ideó el ataque.

Así, Luna tomó el utensilio que se utiliza para aplastar milanesas. Salió al patio por una puerta lateral. Se acercó sigilosamente a Carola y le dio un mazazo en la sien derecha que la tumbo. Fue un golpe muy fuerte pero que no llegó a desmayarla. La mujer herida se paró y comenzaron a insultarse entre ellas. Inmediatamente fueros separadas por sus compañeros.

Luego de la agresión, Juan Prado, dueño del restaurante y jefe de ambas, le ofreció a Carola llevarla la hospital. Esta se negó. No quería saber nada. Según recuerdan algunos testigos, antes de retirarse a su casa dijo que ya estaba bien y que no le dolía. Su marido notó que esa misma noche mientras dormían comenzó a salirle sangre de donde la habían golpeada. Fue internada y pasó por tres hospitales. Bruzzone murió 9 días después del golpe en el Hospital Vicente López de la zona.

Inmediatamente, Silvia quedó detenida y fue condenada el 24 de febrero del 2012 a 10 años de prisión por el homicidio de su amiga. Sin embargo, un año después la Sala III del Tribunal de Casación Penal de La Plata le redujo la pena a cuatro años; los jueces consideraron que Luna había actuado en estado de emoción violenta. Finalmente, tras pasar por un penal en Florencio Varela, recuperó la libertad con la totalidad de la nueva pena cumplida en julio de 2013.

fuente. infobae

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