La Justicia tucumana siempre dando la nota. Tras el último accidente fatal protagonizado por Sabrina Pasarín -joven que hace ocho años también estuvo involucrada en otro choque mortal del que salió impune-, salió a luz que su madre, Silvia Populín, también participó en un accidente y el caso fue archivado. El fiscal que intervinó fue el polémico Carlos Albaca.
El jueves 20, Sabrina Araceli Pasarín quedó detenida por haber protagonizado un accidente fatal en la esquina de San Martín y José Colombres, en la capital. Un día después, se difundió que la joven, en septiembre de 2011, había protagonizado otro siniestro vial en el que murió Lucía Fabiana Nieto, de 14 años.
Los familiares de Nieto sostienen que el caso había sido tapado para proteger a Sabrina.
Detenido con droga, mucha droga
El lunes 24, a Mario Pasarín, padre de la acusada de homicidio culposo agravado, le confirmaron que será enjuiciado por tráfico de drogas. Y ahora, se conoció que Silvia Carina Populín, madre de Sabrina y esposa de Mario, también había protagonizado un accidente en 2007 manejando con alcohol en sangre y que, pese a todas las pruebas que figuran en el expediente, la causa fue archivada por la Justicia.
“Todo sale recién a la luz porque se les acabó la impunidad con la que se manejaban”, dijo Lucía, otra víctima de Pasarín. Ella fue estafada por el ahora acusado de narcotráfico. “Acuérdese de lo que le digo. Esta gente hizo mucho daño. Ahora, que están detenidos, comenzarán a salir a la luz todos los casos en los que estaban involucrados”, agregó.
Populín con alcohol y a toda velocidad
El 7 de mayo de 2007, Carlos Ernesto Acosta conducía un Renault 12 que utilizaba como remise por la ruta 314. Regresaba a su Tafí Viejo natal después de haber realizado un viaje hasta la capital. Cerca de una curva observó que un VW Fox que circulaba a toda velocidad no se mantuvo en su carril y terminó impactándolo de frente. Él, según consta en el expediente, sufrió la pérdida del 70% del hígado, lesiones en las piernas que le impiden caminar con normalidad y un problema en los hombros que también le dificulta realizar algunos movimientos.
Se cruzó de carril
Las pericias que realizó la Policía aportaron claridad al caso. Con los informes planimétricos, se habría establecido que la madre de Sabrina, conductora del Fox, había cruzado de carril. Además, en un informe determinante, se habría establecido que la mujer tenía 1,13 de alcohol en sangre, más del doble de los 0,5 permitido en esos tiempos. La víctima, con todos esos elementos, decidió iniciar acciones civiles y penales en contra de Populín. Nunca se imaginó que se le presentaría un mundo entero de trabas.
Albaca, siempre Albaca
La causa terminó en la fiscalía de Carlos Albaca, funcionario judicial que decidió jubilarse antes de que siguieran avanzando procesos en su contra y que será enjuiciado por su actuación en la investigación por la desaparición, el crimen y el encubrimiento de Paulina Lebbos. “Todo fue muy extraño desde un principio. Pasaron muchas cosas en el medio y finalmente (Albaca) la elevó a juicio hace poco años, pero el juez rechazó el pedido porque ya había prescripto”, explicó Adolfo Santochi, representante legal de la víctima.
El letrado relató que Populin se presentó en tribunales, pero se abstuvo de declarar. “Pese a las evidencias que había en su contra, nunca fue ni siquiera demorada. La investigación fue muy lenta, los resultados de los pedidos de informes se demoraban muchísimo y cada tanto se presentaba alguna irregularidad”, señaló.
Un vehículo a nombre de otro
En la pesquisa quedó demostrado que Populín conducía un vehículo que estaba a nombre de Andrea Carolina González, que residía en la localidad de San Pedro, Provincia de Buenos Aires. Pese a ello, la familia Pasarín consiguió mediante un oficio judicial que le devolvieran el vehículo que había participado en el accidente. “Eso no debería haber ocurrido nunca, puesto que las normas establecen que el vehículo debe ser entregado al titular del auto, y ellos no lo eran”, explicó el abogado.
Entorpecieron la pesquisa
“En el medio pasaron muchísimas cosas que entorpecieron la pesquisa. Por ejemplo, el expediente estuvo perdido durante mucho tiempo. Entre la fiscalía y el juzgado se echaban la culpa de que se había traspapelado. Nos enteramos de su aparición cuando se hizo el requerimiento a juicio, después de unos siete años. Luego, pasaron otros tantos hasta que resolvieron la prescripción de la causa”, comentó Santochi.
El abogado reconoció que la última novedad del expediente la recibió hace unos meses. “Nos avisaron que la acusada había presentado un escrito pidiendo ser sobreseída del proceso por prescripción. Era uno de los expedientes que se encontraron bajo el armario de un despacho del Juzgado V. La jueza Carolina Ballesteros nos puso al tanto de todo, pero desistimos de hacer algo. No tenía sentido”, argumentó.
Causa perdida
En 2009, dos años después del accidente, Acosta inició una demanda civil en contra de Populín y de González, aunque luego desistió de esta última porque era cada vez más difícil ubicarla en Buenos Aires. Reclamaba un resarcimiento de $500.000 por los daños y perjuicios que le ocasionaron las lesiones sufridas.
fuente: lagaceta