Juan Grabois terminó enojado con los cierres de listas. Es que de su esquema político (el Frente Patria Grande) Cristina Kirchner sólo puso dos candidatos que podrían entrar. El dirigente social pretendía lograr que más dirigentes de los sectores populares accedieran al Parlamento.

Grabois hizo llegar sus quejas a la propia Cristina Fernández de Kirchner, la pre candidata a vicepresidenta por el Frente de Todos pero verdadera jefa de ese espacio político. Desde el entorno del joven dirigente negaron que hubiera sido mediante una carta pero sí reconocieron que hubo charlas sobre el tema con la ex Presidenta.

El dirigente social tiene “derecho de picaporte” con Cristina y ha mantenido más de una charla desde el 22 de junio, fecha límite para la inscripción de precandidatos para las PASO.

“A los candidatos ‘cool’ los aceptan, a los pobres no”, se lo escuchó refunfuñar a Grabois en el búnker K mientras subía las escaleras para verse con CFK.

El dato “cool” es en referencia a que Hagman es un joven y destacado economista de buen aspecto para el público porteño y que la joven Ofelia es una alumna del “Pelle”, el Pellegrini, colegio preuniversitario de la clase media progresista. En cambio, Zaracho y Faggioli son “pobres”, procedentes de sectores sin recursos y que viven en barrios populares.

“El aparato político de todos los partidos invisibiliza a los pobres, los trans y los indios pero acepta lo ‘cool progresista’ porque eso le lava la cara”, también ha dicho Grabois en el Patria, el petit hotel que oficia de búnker K en la zona de Congreso.

Grabois se mostrará activo durante la campaña pero a través de movilizaciones sociales, con la instalación de ollas populares y de “carpa refugio” para indigentes.

En esa pulseada política, seguirá vigente la idea del abogado y dirigente de que se cree un Ministerio de la Economía Popular, que reemplace al actual de Desarrollo Social y cuya silla principal desea el fervoroso amigo del Papa Francisco.

fuente: clarín

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