Líderes progresistas y de izquierda de la región se reunieron en México y hubo presencia del kirchnerismo en el evento: Taiana, Solá y Tomada, enviados por la fórmula kirchnerista. Reclamaron contra el neoliberalismo y avalaron la estrategia de Nicolás Maduro para enfrentar a la OEA y la Casa Blanca.
Alberto Fernández tenía previsto viajar a Puebla, en México, para participar de un encuentro de líderes políticos progresistas y de la izquierda latinoamericana. Estaba planeado antes de que fuera precandidato presidencial. En plena campaña y después de su visita a José Mujica en Uruguay y a Lula Da Silva en la cárcel en Brasil, prefirió no ir y en su lugar viajaron Jorge Taiana (su principal referente en política internacional), Felipe Solá y Carlos Tomada. Los tres, con quienes se mantuvo en contacto desde Argentina, firmaron tres documentos sobre la política internacional de la región con un guiño del precandidato y su compañera de fórmula Cristina Fernández. Una de las tres declaraciones es sobre Venezuela: promueven la búsqueda de una solución, hablan de “crisis política, social y económica” y celebran el diálogo que se desarrolla en Barbados entre el Gobierno y la oposición. En la práctica, el texto avala las conversaciones que impulsan México y Uruguay a contramano de los países (entre ellos el gobierno de Argentina) que reconocen a Juan Guaidó como el presidente interino y que consideran ilegítima la continuidad de Nicolás Maduro.
El uruguayo Luis Almagro, como presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), reclamó más presión de Estados Unidos para empujar la salida del bolivariano y en el mismo sentido se expresaron presidentes como Sebastián Piñera, de Chile, que integra el Grupo de Lima junto con Perú, Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, Panamá, Paraguay, Santa Lucía y México, que en este tema se abstiene dentro del organismo multilateral. Mauricio Macri, cada vez que puede, marca sus diferencias con Alberto Fernández y Cristina Kirchner respecto a Venezuela. En Córdoba el viernes cuestionó: “Miles de venezolanos están escapándose de la hambruna y donde no funciona nada, solamente el terror y la violación sistemática de los derechos humanos”.
Para gran parte de la coalición opositora, en cambio, el tema define el posicionamiento argentino respecto a Estados Unidos y un mapa de alianzas distinto al del macrismo. La convocatoria a México mencionaba como motivaciones del evento “el enorme triunfo de Andrés Manuel López Obrador en Mexico, la renovación de mandatos en Bolivia y Uruguay, el crecimiento de las fuerzas progresistas en Colombia así como la crisis del Gobierno argentino de Mauricio Macri abren importantes expectativas. De igual modo, los movimientos sociales y organizaciones de trabajadores aún muestran su vigor, junto al nuevo protagonismo de la mujer en exponencial crecimiento y al surgimiento de innovadores medios de comunicación alternativos que horizontalizan las relaciones y quiebran viejas hegemonías comunicacionales”.
En el cierre los dirigentes (unos treinta de diez países) acordaron tres documentos sobre los temas que expusieron los distintos referentes. El primero, una declaración conjunta sobre “la necesidad de responder ante la guerra judicial o Lawfare”. En el texto se denuncia una “guerra jurídica que se ha desatado en años recientes contra dirigentes progresistas de América Latina es una forma inédita y agresiva de reemplazar las armas militares por la manipulación de recursos legales”. Se refiere a Lula Da Silva, Dilma Rousseff, Cristina Fernández y Rafael Correa, entre otros. El caso “más emblemático de esta ruptura del Estado de Derecho es el proceso seguido al ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva”, remarcaron, y advirtieron que “han violado sistemáticamente las garantías del expresidente a un debido proceso como la presunción de inocencia, el principio del juez natural (…)”.
En otro documento y frente a “una seria amenaza contra la democracia regional y el Estado de Derecho”, acordaron constituir un Comité Latinoamericano por la Defensa de la Justicia y la Democracia integrado por figuras de la región “para enfrentar la guerra jurídica que hoy aparece como una de las más serias amenazas a la institucionalidad democrática regional”. Varios de los que estuvieron en Puebla irán a la próxima reunión que sería dentro de tres meses en Montevideo.
El documento más extenso, de cuatro páginas, fue también un respaldo para la fórmula presidencial del Frente de Todos. Entre los puntos consensuados se destacó que “nuestra región experimenta una nueva ola de gobiernos neoliberales, que insisten en promover los intereses y privilegios de una elite socioeconómica, a costillas del desarrollo de nuestros pueblos, frustrando sus posibilidades de desarrollo y bienestar social, a la vez que debilita nuestra soberanía, nuestras instituciones democráticas, el estado de derecho, la vigencia de los derechos humanos y el ambiente”. Además de promover acciones e iniciativas conjuntas entre los partidos políticos afines, se celebró el triunfo de Andrés Manuel López Obrador y Morena en el país anfitrión. Y, aunque no fue una sorpresa, los argentinos se traen un apoyo explícito. “Alentamos el triunfo de los liderazgos populares de Daniel Martínez, Evo Morales y Alberto Fernández en las próximas elecciones en Uruguay, Bolivia y Argentina respectivamente”, firmaron todos.
fuente: infobae