Mientras desde el Ente Tucumán Turismo se trabaja casi sin descanso buscando posicionar a la provincia como un buen destino turístico y en estas vacaciones de invierno salieron a copar el mercado nacional con sus propuestas, hay sectores que poco ayudan pese a que “viven” por lo general de los viajeros.
Se trata de los kioscos o drugstores que trabajan dentro de la Nueva Terminal de Ómnibus de San Miguel de Tucumán que, por desgracia, suele ser con lo primero que se “chocan” los visitantes cuando se bajan de los micro.
“Un robo”
Es que sus precios son por lo general “un robo”, muy distante de los precios que manejan otros negocios similares de la ciudad y de la provincia.
Por ejemplo, paquetes de galletas, caramelos, chocolates, cigarrillos, bebidas con y sin gas, tienen precio que superan hasta un 40 y 50 por ciento el valor de venta de cualquier otro kiosco ubicado fuera de la Terminal.
“Es la Terminal”
Ante la consulta asombrada de un turista por el sobreprecio que había comprado una bebida dulce con gas y un paquete de cigarrillo, la empleada del kiosco respondió sin vergüenza que: “En la terminal se manejan otros precios y otros valores”.
Necesitad de vigilancia
Con el inicio de las vacaciones de invierno y la llegada de varios contingentes de turistas, sería bueno que desde el Estado provincial y principalmente desde las oficinas de Comercio Interior vigilaran más estos lugares para evitar abusos en tiempos de crisis económica e inflación ya que flaco favor le hace al turismo receptivo.
Porque la mala imagen se transmite y el mote de “tucumano gato”, difícilmente se nos quite.