La nena de 8 años de edad, Delfina, cuenta su final feliz y deja un mensaje de aliento y también de enorme gratitud a todo el personal médico que la acompañó en una de las batallas más importante de su vida.
Juan José Chaín es el oncólogo de la nena, “su héroe sin capa”, como lo califican ella y su mamá. Trabaja en el servicio de Hemato Oncología del hospital del Niño Jesús y fue parte del equipo multidisciplinario que la asistió junto con enfermeros, médicos clínicos, psicólogos y bioquímicos.
Linfoma no Hodgkin de Burkitt
Delfina fue diagnosticada con un linfoma no Hodgkin de Burkitt: “Es una patología muy complicada y poco frecuente. Ella hizo todos los protocolos como corresponde, al pie de la letra. Fue muy valiente durante el tratamiento y en la última evaluación que hicimos, una tomografía por emisión de positrones (PET), mostró que no había enfermedad activa. Es una excelente noticia pero vamos a seguir los controles, porque a veces puede haber recaída. Vamos a estar listos si eso pasa para dar de nuevo batalla contra esta enfermedad”, remarcó Chaín.
El linfoma no Hodgkin de Burkitt no es una patología frecuente. En pediatría los casos con mayor prevalencia son los de leucemia y linfomas, que puede ser de Hodgkin y los de Burkitt. “En Tucumán se atienden alrededor de 60 casos anuales, lo que es mucho, de todo tipo de cánceres, es decir de diferentes diagnósticos”, agregó el profesional.
Un mensaje alentador
El informe médico de Delfina es que la enfermedad ya no está activa. Los controles seguirán, como se realiza en todas las personas que han padecido algún tipo de cáncer. “Con ninguna neoplasia podemos dar un mensaje de curación porque lamentablemente vimos recaídas después de varios años, entonces vamos a seguir los controles para poder mantener a Delfi libre de la enfermedad”, explicó el profesional.
El mensaje es que hay esperanzas, con el trabajo de un equipo enorme, codo a codo, con ayuda de fundaciones como la Flexer y personas que se acercan de manera solidaria. “Tenemos pronóstico de 70% a 80% de curación para cánceres en general, cada vez se hacen más cosas, se acceder a mejores tratamientos lo que es muy alentador”, añadió Chaín.
Sin reproches, solo agradecimiento
Mayra, mamá de Delfina, contó que desde el Ministerio de Salud Pública se comunicaron con ella para ponerse a disposición de esta nueva etapa en la vida de Delfina, su recuperación. “Nos ofrecieron todo, estoy muy agradecida desde el primer momento, fue un proceso muy largo y angustiante, pero la atención fue siempre excelente”, resaltó, recordando principalmente la paciencia del personal de salud al principio cuando Delfi, abrumada por la situación, comenzó su tratamiento con mucho miedo. “Veía un médico o un enfermero, y sin siquiera saber si la iban a ver a ella, comenzaba a llorar, le costó tomar confianza”, agregó.
Delfina comenzó a perder su apetito y a bajar de peso. Después siguieron los dolores en su estómago, diarreas y vómitos. Esas fueron las primeras señales de alerta para sus papás, por lo que fueron a consultar al médico. Después de un proceso largo, y muy angustiante, tras una serie de estudios realizados diagnostican a la nena, y comienzan rápidamente con el tratamiento. “Pasamos por varios lugares del hospital de Niños, la sala 5, terapia 2, después la sala 12 de oncología, todos la atendieron excelente, no tenemos ningún reprocho, solo agradecimiento y sobre todo a nuestro héroe, su médico de cabecera, el doctor Chaín”, resaltó Mayra.
Sólo piensa en dibujar
Ya en su casa, Delfina solo piensa en dibujar junto a su hermana. “La primera vez que me internaron pensaban que me iban a tratar mal, yo no les contestaba nada, pero después me acostumbré a los doctores, a las inyecciones, ya no lloro cuando me sacan sangre”, contó la pequeña mientras comparte lápices y crayones con su hermanita, pensando en volver a la escuela ya el año próximo.