La escritora estadounidense, Toni Morrison, ganadora del Premio Nobel de Literatura en 1993, falleció el lunes por la noche en el Centro Médico Montefiore en Nueva York. Tenía 88 años.
Morrison, la primera mujer afroamericana en recibir el máximo galardón literario, escribió a lo largo de su carrera de seis décadas, 11 novelas, cinco libros para niños, dos obras de teatro, un ciclo de canciones y una ópera.
Nacida como Chloe Anthony Wofford el 8 de febrero de 1931 en Lorain, Ohio, Morrison se convirtió en la portavoz de la injusticias que la sociedad afroamericana, especialmente centrada en las mujeres.
La autora se desempeñó también como profesora en diferentes universidades hasta que en 1964 ingresó como editora literaria en Random House, Nueva York, donde su carrera comenzó a tener nuevos rivetes.
Morrison se convirtió en una apasionada difusora de loa autores afroamericanos, como Henry Dumas, Toni Cade Bambara, Angela Davis y Gayl Jones. Además, a partir de la década de los ’70, pudo comenzar a publicar sus obras, hasta ese momento ignoradas.
Su presentación con Ojos azules (The Bluest Eye, 1970), en la que narró la historia de una niña negra, Pecola, que deseaba tener los ojos del color de las muñecas de las niñas blancas fue solo el principio de toda una serie en obras en las que Morrison se colocó en un espacio de crítica histórica, volviendo a colocar la discriminación racil en el centro del mundo literario.
En el documental Toni Morrison: The Pieces I Am, la autora Angela Davis recordó que Morrison, ya con dos hijos y trabajos demandantes, escribía en los momentos que podía, incluso garabateaba párrafos en el volante de su automóvil mientras el tráfico detenía su marcha.
En los ’70 también publicó dos novelas más: Sula (1973), que trazó un vecindario negro de Ohio a través de los ojos de dos mejores amigos; y Canción de Salomón (1977), una épica de décadas que narra la vida de un hombre negro.
Así, comenzaron a llegar los premios y reconocimientos, que no solo incluyó el máximo galardón literario, sino también la Medalla Presidencial de la Libertad y el Premio PEN / Saul Bellow por Logros en la Ficción Americana y el también prestigioso Premio Pulitzer, en 1988, por Beloved.
Beloved, obra maestra de la literatura, está ambientada después de la Guerra de Secesión (1861–1865) e inspirada en la historia de una esclava afroamericana, Margaret Garner, quien se escapó de Kentucky a finales de enero de 1856 hacia Ohio, un estado libre. El libro fue también finalista del National Book Award y en 1998 tuvo su adaptación al cine -protagonizada por Oprah Winfrey. Una encuesta entre New York Times de escritores y críticos literarios lo consideraron la mejor obra de ficción estadounidense de 1981 a 2006.
A través de sus obras, la escritora mantuvo vivas las historias que le tocó sufrir a su familia, aún cuando ella era una niña. Su padre, por ejemplo, vio el linchamiento de dos hombres y siempre mantuvo una profunda desconfianza hacia los blancos. Cuando tenía dos años, el propietario del departamento que alquilaban sus padres prendió fuego el edificio cuando no pudieron pagar la renta.
Una persona esencial en su crecimiento como storyteller fue su abuela Ardelia Willis, que también vivía con ellos. “Ella nos contó historias para mantenernos trabajando en tareas tediosas, recogiendo canastas de uvas silvestres para resolver los moretones; sacar nuestras mentes del dolor y la varicela; dividir para abrir el mundo triste para exponer uno encantado”, escribió en el prólogo de La isla de los caballeros.
En lo que hace a novelas, luego publicó Jazz (Jazz, 1992); Paraíso (Paradise, 1997); Amor (Love, 2003); Una bendición (A Mercy, 2008), Volver (Home, 2012) y La noche de los niños (God help the child, 2015).
Letora voraz de Jane Austen, Mark Twain y Richard Wright (gran escritor casi ni publicado en español, lamentablemente) sobrevivió desde su adolescencia limpiando casas hasta que consiguió un trabajo en la Bibliotca Pública de Lorain, lo que le facilitaría el acceso a muchos más autores.
Finalizó sus estudios universitarios en Cornell, donde también fue profesora, con un Master en Inglés y su tésis indagó en la obra de otro Nobel que también tuvo profundos lazos con el sur de EEUU y sobre todo con las injusticias que la comunidad afroamericana atravesaba, como William Faulkner.