-¡¡¡Eduard querido!!! ¿Qué hace con ese cuadro de Jesús? No me diga que se lo regalaron en el Congreso Eucarístico…
-No, mi estimado, se lo estoy por mandar a José López.
-Está bien, ese es un buen gesto de su parte, para que en estos tiempos duros se aferre a la fe.
-Ma qué fe, se lo mando para que se acuerde de quienes se olvidaron de él…
-Pero ¿qué tiene que ver Jesús en todo esto?
-Justamente, uno de los que se olvidó de López fue precisamente Jesús.
-No me diga que usted cree que Dios se olvidó de él.
-¡¡¡No sea zopenco!!! Dios no tiene nada que ver en la política. Me refiero a un Jesús que se está comportando como todo un Judas por estos días.
-¿Qué Jesús?
-Uno muy travieso que es militante de una organización de jóvenes que para los peronistas es mala palabra.
-¿Organización de jóvenes?
-Sipi.
-¿Tienen algún referente nacional de fuste?
-El más importante de ellos es hijo de dos ex presidentes argentinos.
-¿De dos hombres?
-¡¡¡No sea zopenco!!! De un hombre y una mujer…
-¿Néstor y Cristina?
-Sipi.
-¿Máximo?
-¿Y todavía duda? ¿Quién más es hijo varón de Néstor y Cristina?
-Nadie, pero téngame paciencia…
-Bueno, entonces, ¿quién sería el Jesús que se olvidó de José López?
-¿Salim?
-Bien, me merezco un café con dos medialunas saladas por tanta paciencia…
-Está bien, pero ¿por qué dice que Jesús se olvidó de López, mi querido amigo?
-Porque su última aparición en las redes sociales fue para decir lo injusto que es que lo peguen a López por dos fotos que se sacó con él.
-¡Qué desagradecido! Si lo habrán “bolsiquiao” en la campaña electoral.
-Así es, pero ahora anda desaparecido.
-¿Por qué?
-No aparece ni en las redes sociales.
-¿Rezamos para que aparezca?
-No creo que con eso alcance.