Como sucedió hace exactamente un año, la brusca devaluación que se produjo tras el resultado electoral (el dólar saltó de $46 a $60) generará importantes movimientos de precios debido a la alta incidencia que tiene la divisa en los costos de producción de los alimentos. Fuentes de varias empresas de consumo masivo aseguraron a Infobae que durante el día de hoy estarán enviando a sus clientes listas de precios con subas promedio de hasta 15 por ciento.
Esta nueva escalada se producirá en momentos en que el Gobierno estaba intentando reducir la inflación, que claramente volverá a dispararse en agosto. Además de las nuevas listas, que ya están encaminadas con el altísimo riesgo de que el consumo profundice su contracción, los empresarios alimenticios tienen otra preocupación: el programa “Precios esenciales” que acordaron con el Gobierno en abril y que consiste en mantener fijos los precios de 64 artículos hasta noviembre. ¿Seguirá el plan o será renegociado en las próximas horas para que pueda continuar sin que existan problemas de desabastecimiento?
Por lo pronto, fuentes del supermercadismo afirmaron que “la firma Morixe ya avisó que no podrá cumplir con las entregas de los productos que tiene en el programa (harina común y leudante, rebozador, pan rallado y polenta)”, por lo que las cadenas deberán suplir con otros productos la góndola para evitar multas.
“Es una locura que nos obliguen a mantener esos precios. Todavía no hay una negociación abierta, pero nos vamos a reunir en los próximos días seguramente“, dijo una fuente de una de las alimenticias más grandes. Al respecto, el dueño de Cabrales, Martín Cabrales, aseguró en declaraciones radiales que claramente las variables macro que se establecieron para ese “acuerdo de caballeros” cambiaron y que habrá que revisarlo.
Aunque no existe un acuerdo firmado que contemple un valor máximo del dólar para mantener los precios, entre los empresarios se hablaba de $51, valor que fue ampliamente superado. Todas las firmas consultadas aseguraron que para que el programa siga teniendo sustento hasta fin de año, los valores deberán ajustarse. De todos modos, en la Secretaría de Comercio Interior, que dirige Ignacio Werner, como en todos los ámbitos del gobierno, ayer estaban más pendientes de los mercados que del impacto que ello tendría en la economía real.
“Estamos evaluando un aumento de entre 10% y 15%. Es la primera vez que haríamos un aumento generalizado de precios después de cinco meses“, dijeron en una de las empresas. Los productos que más subirán los precios de los alimentos son los que tienen un mayor componente dólar en su costo de producción. Es el caso de las harinas y los aceites, por ejemplo, cuyas subas podrían superar el 15 por ciento.
Por su parte, el dueño de Maxiconsumo, Víctor Fera, aseguró que “los precios de los productos masivos van a subir 14% como mínimo“. “Es terrible. Los productos por lo general suben un 5% menos que el dólar, va a haber suba de precios, pero no desabastecimiento”, intentó tranquilizar el empresario, aunque se mostró realmente “preocupado por la situación”.
Si bien muchas empresas informarán sus listas nuevas entre hoy y mañana, otras esperarán hasta la semana próxima para definir aumentos para evaluar cómo evoluciona la cotización del dólar y en cuánto se estabiliza. “Todavía no decidí la suba, pero podría ser del 10 por ciento. No voy a poder trasladar todo porque la demanda no lo convalida”, aseguró el dueño de una empresa alimenticia.
Otras de las empresas que ya comunicaron aumentos a los supermercados son Unilever, Alicor, Inalpa (químicos) y Aceitera General Deheza. “Los primeros que se ajustan al precio internacional son los que producen aceites y harinas, los que fabrican productos de limpieza con químicos importados y los que elaboran alimentos o artículos de perfumería y limpieza que se venden en doypack y tetrabrik y que tienen laminados de aluminio”, dijeron en una de las cadenas.