Si bien monseñor Cargnello le agradeció al Presidente la visita y usó un tono componedor, sobre el final de su discruso le recordó el eslogan incumplido de campaña “Pobreza Cero”.
En un sorpresivo mensaje al final de la multitudinaria misa por la festividad del Señor y la Virgen del Milagro, el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello, se dirigió en primera persona al presidente Mauricio Macri, que estaba al frente y le pidió: “Mauricio, has hablado de pobreza, llévate el rostro de los pobres, que son argentinos, dignos, respetuosos y merecen que nos pongamos de rodillas delante de ellos”. Cargnello usó un tono vibrante pero respetuoso. E incluyó al resto de los políticos en su interpelación, como el gobernador y candidato a vicepresidente Juan Manuel Urtubey.
Desde las escalinatas de la catedral de la capital salteña, en la plaza principal, Cargnello –que no había oficiado la misa, sino que fue otro obispo- tomó el micrófono y le agradeció a Macri la presencia, pero tras recordarle que le había dicho a “todos los argentinos” que se había sentido golpeado” –en referencia a la derrota en las PASO– afirmó que “en el clima de ese golpe es que quiero hablar de corazón a corazón”.
“Cuando empezó usted (su mandato) dijo que iba a luchar por la pobreza cero. ¿Qué puede decir Salta ahora? Le da los rostros de la pobreza”, dijo Cargnello. Puso como ejemplo unos mineros que peregrinaron para esta festividad con los dueños de la mina y los gerentes y se preguntó con énfasis: “¿No es posible venir juntos caminando por la historia? ¿Por qué creemos que la historia debe hacerse desde la pelea?”.
El anuncio el sábado de la visita del Presidente había causado impacto en el circulo rojo salteño, dado que desde que asumió nunca había venido a la festividad y no fueron pocos los observadores que lo vincularon a una decisión electoralista. Esta fiesta religiosa congrega a cientos de miles de fieles de todo el Norte argentino, además de que la venida suscitaba temores de que pudiera ser abucheado.
Sin embargo, Macri llegó puntualmente a las 10 –junto con su esposa Juliana Awada– para la misa y fue recibido en medio de calurosos aplausos. Al final de la misa, fue evidente la satisfacción de los miembros del oficialismo que lo acompañaban, entre ellos el senador Esteban Bullrich, muy cercano a la Iglesia, y el secretario de Culto, Alfredo Abriani.
“El Presidente me dijo que está muy contento por haber participado de la celebración, que es un reflejo de la cultura y la religiosidad de Salta y del noroeste argentino. La vivió con mucha devoción y quedó conmovido por la cálida recepción de los fieles”, aseguró Abriani una vez concluida la misa.
La decisión de Macri de venir había provocado un cruce en la Iglesia salteña, ya que un prestigioso sacerdote y académico, el padre Raúl Méndez, había dicho que “podría provocar la lógica reacción” el algunos fieles y “empañar la fiesta”, pero luego trascendió que el propio Cargnello –enterado del interés del presidente de estar presente– lo había invitado por carta. El Presidente estuvo acompañado por el gobernador Urtubey, el peronista que es candidato a vice en la fórmula que encabeza Roberto Lavagna.
De todos modos, Macri no se quedó para la procesión de la tarde, que constituye el cierre más multitudinario, para la que se esperan unas 800 mil personas.
El discurso completo de Cargnello:
“Quiero agradecer la presencia del señor Presidente y decirle lo siguiente: así como hemos palpitado el sentido de la iglesia, él es el signo de la Patria. Decirle lo siguiente: usted les dijo a todos los argentinos que se había sentido golpeado y en el clima de ese golpe, voy a hablar de corazón a corazón, quiso venir aquí. Ha venido a un buen lugar, a encontrarse con el Señor y Dios, que no hace las cosas mágicamente, sino que transforma el corazón y provoca la libertad. Y lo que voy a decir vale para todos, aquí tenemos también un candidato a vicepresidente que es nuestro Juan Manuel, dos candidatos a gobernador, el señor intendente, el señor vicegobernador, o sea que vale para todos.
Cuando empezó usted dijo ‘voy a luchar por la pobreza cero’. ¿Qué puede decir Salta ahora? Le da rostros a la pobreza, desde hace unos años se nos ha regalado un fenómeno que son los peregrinos, que cada vez son más numerosos acá. Ayer cuando veía a los mineros, son gente humilde, trabajan en la Puna, vinieron caminando a 15 grados bajo cero, es gente que trabaja horas y horas en situaciones de inclemencia para darle riqueza a la “República.
Recordar una cosa que decía.. y vale para todos, los pobres no son una molestia, son una oportunidad, los pobres son maestros, ¿qué no enseñan? Cito sólo a los mineros, pero podría decir de casi todos los que peregrinan. En el caso de ellos vienen juntos el dueño de la mina, el gerente y el último de los mineros. Vos lo viste y lo viviste y provocan una nueva sociedad en Salta. ¿No es posible venir junto caminando por la historia? ¿Por qué creemos que la historia tiene que hacerse desde la pelea? Nos lo enseñan los pobres. Por eso Mauricio, has hablado de la pobreza, llévate el rostro de los pobres. Son dignos, son argentinos y son respetuosos y merecen que nos pongamos de rodilla delante de ellos. Vale para todos, hermano. Nada más, gracias”.