El candidato presidencial del Frente de Todos no descarta endurecer la política exterior con los británicos y repetir la estrategia geopolítica que desplegó Cristina Fernández de Kirchner cuando ocupó Balcarce 50.

En el caso de llegar a la Casa Rosada, Alberto Fernández está dispuesto a revisar todos los acuerdos bilaterales sellados por la Argentina con Gran Bretaña respecto al conflicto de las islas Malvinas. Esta eventual decisión del candidato peronista colocó en absoluta incertidumbre al premier Boris Johnson y su gabinete, que estaban evaluando la posibilidad de enviar a un representante de altísimo nivel a la asunción presidencial del 10 de diciembre.

La revisión que estudia Fernández implica replantear el Acuerdo que en 1989 firmó Carlos Menem en Madrid para poner bajo un paraguas el debate de soberanía y avanzar en otros temas de las relaciones bilaterales. La sola mención de esta posible estrategia generó una fuerte preocupación en el Foreign Office, que está a cargo de las relaciones exteriores de Gran Bretaña.

Durante el primer debate presidencial, Alberto Fernández expresó de manera tajante y con el dedo señalando a Mauricio Macri que “en memoria de los soldados, me voy a ocupar que las cosas sean distintas. Quiero que volvamos a reivindicar el compromiso por la soberanía de las islas Malvinas”, propuso como uno de los ejes de su probable gobierno.

Esa frase encerraba, aunque pocos lo sabían, la idea que tiene el candidato del Frente de Todos de hacer una “revisión plena” de los acuerdos diplomáticos con Gran Bretaña en el caso de ganar las elecciones y llegar a la Casa Rosada.

Dos asesores del candidato presidencial Fernández confirmaron a Infobae que su intención es revisar todos los acuerdos bilaterales suscritos con Londres. “Es hora de que haya una revisión de todo. Ya pasaron 30 años del acuerdo de Madrid y no hemos avanzado nada”, sintetizó uno los asesores que tiene larguísima experiencia en la arena diplomática.

Esa revisión incluiría, por cierto, la palabra que hasta ahora era intocable en la diplomacia de ambos países: “paraguas”, que en la jerga del Foreign Office y la Cancillería de Argentina significaba reconocer el conflicto, ponerlo a resguardo para encontrar una solución pacífica, y avanzar en la profundización de las relaciones bilaterales.

De hecho, en el debate presidencial Alberto Fernández chicaneó a Macri afirmando que “en estos años el gobierno se ocupó mucho de a hacer comercio con el Reino Unidos sobre las Islas Malvinas y se olvidó de la soberanía”.

Por instrucción directa de Fernández, el caso Malvinas se está revisando por un equipo de asesores que integran Jorge Arguello, Daniel Filmus, Jorge Taiana y Felipe Solá. “El tema Malvinas será prioritario y eso incluirá una revisión de todo lo actuado hasta ahora”, explicó a Infobae otro referente de Fernández en política exterior.

Desde esta perspectiva, la idea del candidato presidencial es incluso volver a crear una Secretaría de las Islas Malvinas como la que encabezó Filmus en la época de Cristina Kirchner. Sólo que esta vez esa secretaría no dependería de la Cancillería, sino directamente de la Presidencia.

Naturalmente, en esa revisión de los acuerdos sellados por Argentina y Gran Bretaña en torno a las Malvinas incluirán el comunicado Duncan-Foradori que Macri y Theresa May lograron en el 2016 y que contempló hasta ahora un avance del intercambio de comercio con Gran Bretaña, cooperación en materia de seguridad, ciencia y tecnología. Lógicamente, ello incluye el acuerdo que se estableció por la identificación de los soldados sin nombre enterrados en las islas y la restitución de otro vuelo desde el Continente.

fuente: infobae

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