Fue victima de una golpiza y su causa es patrocinada por abogados del cuerpo estatal.

Fátima Aparicio fue brutalmente golpeada con una maza por su expareja, en mayo pasado, y tras permanecer más de 15 días en estado de coma, mientras se recupera lentamente, fue notificada por la Justicia de que la causa en contra de su ex, Luis Ernesto Rondón, fue elevada a juicio.

Fue el Cuerpo de Abogados para Víctimas de Violencia contra la Mujer, que depende de la Secretaría de Estado de Derechos Humanos de la Provincia, el que llevó adelante el patrocinio jurídico de la mujer de 40 años, luego de haberse constituido como querellante en el caso.

“No tengo más que palabras de agradecimiento con los miembros del cuerpo que estuvieron presentes desde un primer momento con mis hijos y mi familia. Me están acompañado, están muy bien formados y especializados, y destaco el profesionalismo con el que han tramitado mi causa”, expresó la mujer.

El director del cuerpo, Eduardo Ruffino, contó que cuando conocieron lo que había ocurrido con Fátima, se contactaron inmediatamente con los familiares. “Llevamos adelante la causa, nos constituimos como querellantes y hoy el caso fue elevado a juicio”.

Mónica Pérez, abogada del cuerpo, es quien trabajó en la causa caratulada como tentativa de homicidio. Por ese motivo, la noticia de elevación a juicio fue celebrada. “Con bastante premura, la causa pasó a otra instancia, luego de una investigación muy prolija, de una amplia colaboración de los testigos y de la resolución del juez de instrucción de la III Nominación, Francisco Pisa, que permitió la elevación”, explicó la profesional.

“El cuerpo brinda asistencia jurídica integral y provee de patrocinio jurídico gratuito a las víctimas de casos de violencia contra la mujer, siempre con el propósito de asistir de forma íntegra a las víctimas; es lo que hicimos con Fátima y con todas las mujeres que llegan a este centro”, indicó el director.

En ese sentido, recordó que las personas que deseen recibir asistencia por los profesionales pueden acercarse de lunes a viernes, de 8:30 a 12:30 horas, a Chacabuco 476, donde también funciona una guardia permanente.

Sobre el avance de la causa, Fátima remarcó su confianza en los profesionales del Cuerpo de Abogados: “Sé que puedo dejar en manos de la doctora Pérez todo lo judicial y yo abocarme a mi familia, mi trabajo, mi casa y a volver a reconstruirme”, dijo emocionada.

El hecho

Fátima tuvo el valor de revivir, otra vez, una escena de su vida que asegura no deseársela a nadie. “Mi ex entró a mi casa cuando no había nadie, me esperó y me sorprendió en el baño. Intentó asfixiarme y después con una maza me golpeó. Llegue a contar siete golpes en la cabeza y de ahí me descompuse. Cuando desperté ya habían pasado 15 días del ataque”.

La mujer relató que sus gritos permitieron que los vecinos alertaran que algo estaba ocurriendo en su departamento. “Ellos pudieron intervenir y llamar a la Policía. Los médicos dicen que soy milagro, mi estado era muy delicado por la agresión. Pero estoy acá”.

Fátima desea que su caso sea tomado como ejemplo acerca de la importancia de poder reconocer las actitudes violentas en las relaciones de pareja. “Lo importante es poder darse cuenta de lo que uno está viviendo. Cuando reaccioné, me fui de mi casa. No quería que mi hija, en ese momento de cuatro años, tomara la violencia como algo normal, y que después lo lleve a su vida y repita lo que vivió su mamá”, confesó la mujer.

Además, agradeció el profesionalismo con el que actuó el Cuerpo de Abogados en esta parte del proceso. “Estoy viva, fuerte y voy a pelear por mi justicia”, celebró Fátima.

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