Por Elso Manuel Dappe para Diario Cuarto Poder | La candidatura de Silvio Bellomio por Consenso Federal no parece aportar muchas esperanzas, toda vez que en su labor legislativa provincial pronunció escasas palabras en el recinto y lo peor, no tiene ninguna ley aprobada en cuatro años de gestión. Los ejemplos de mudez e ineficacia en el Congreso lo encarnan José Alperovich y Facundo Garretón.
Una comparación que puede herir susceptibilidades
Seguramente si el actor Gene Sheldon supiera que en esta columna lo comparo con políticos poco eficientes en la función pública, se sentiría más que ofendido.
Pero afortunadamente quien personificó tan logradamente a Bernardo, el ayudante mudo del Zorro en la mítica serie de Disney, falleció allá por el 1° de mayo de 1982 a los 74 años.
Quizás el debate de candidatos a diputados nacionales, organizado por “Panorama Tucumano”, el programa de TV satélite del diario La Gaceta, haya pasado desapercibido para muchos comprovincianos, más interesados en los avatares de los candidatos a la presidencia.
Sin embargo, entre aquellos que se postulan para ocupar un escaño en la Cámara Baja, en representación de los tucumanos, hay algunos que no han hecho la más mínima experiencia parlamentaria que podría garantizar mejores resultados.
Un curioso récord
Justamente el caso más llamativo es el del legislador Silvio Bellomio, quien concluye su mandato de cuatro años con un curioso récord: no tiene aprobada ninguna ley de su autoría.
O sea que el candidato de Consenso Federal no tiene ningún pergamino para esgrimir. Bellomio fue el titular de la Secretaría de Hacienda en la gestión como intendente capitalino de Domingo Amaya.
Se trataba de un cargo de tipo Ejecutivo, por lo que despertaba expectativas su debut en una gestión legislativa.
Tampoco se destacó en sus alocuciones dentro del recinto, un lugar ideal para el debate. Lo atestiguan las versiones taquigráficas, en las que, poco o nada, se reflejan sus escasas intervenciones.
Una renovación que no fue
Bellomio aparecía como la renovación política que proponía Cambiemos en 2015, pero decepcionó a todos, como su mentor y ex “lord mayor”, quien en el debate televisivo fue chicaneado por el representante de Fuerza Republicana (FR), Ricardo Bussi, quien le dijo que era el primer “K” en cambiar el nombre de una avenida (Roca) para llamarla como el fallecido ex presidente Néstor Kirchner.
Lo que se olvidó de mencionar el hijo del degradado y ya fallecido general del Ejército, es que Amaya había prometido que “sería la avenida más linda de la provincia”, cosa que nunca pudo cumplir.
De este modo, en del debate, Bussi se hizo un picnic, montado en el ámbito que le es afín, como lo es la inseguridad.
Un debate parecido al nacional
En definitiva, el debate provincial se pareció un poco al nacional porque los ataques y las chicanas se impusieron en cantidad y calidad, a las propuestas.
Quizás Gene Sheldon, hubiera podido echar mano a su amigo y héroe para hacer algo de Justicia, pero en el caso de los representantes tucumanos, quizá haya sido una tarea por demás titánica. Menos mal para él.
*Analista político
Facundo Garretón, un diputado rico y “faltón”
El Congreso de la Nación tuvo representantes que no se destacaron por sus lúcidas alocuciones en el recinto, o por los proyectos de ley presentados, o porque hayan realizado algún aporte benéfico para el resto de los argentinos.
Pero a los tucumanos nos importa más si esos representantes en verdad defendieron los intereses de la provincia. Con el advenimiento de Cambiemos, surgieron referentes que en teoría representaban dejar atrás la vieja política.
Entre ellos asomaba un joven dirigente del PRO, Facundo Garretón, quien fue electo diputado nacional por Tucumán.
Como en el caso de muchos referentes de ese espacio, las expectativas estaban centradas en lo que pudieran hacer para dejar verdadera constancia de esa vocación de cambio.
Garretón no se caracterizó por sus participaciones en los debates, ni por la presentación de leyes, sino por ser uno de los representantes más ricos por Tucumán, con 43 millones de pesos. Sólo superado por José Alperovich.
José Alperovich, el colmo de la mudez
El ex gobernador de la provincia hablaba más cuando cumplía cargos Ejecutivos. Al parecer, las luces de la Cámara Baja le generaban pánico escénico, porque siempre estuvo en los últimos escalones en el ránking de participaciones.
José Alperovich tampoco presentó proyectos de ley con posibilidades de transformarse en normativas que rijan la vida de los argentinos.
En eso se pareció a su primo Benjamín Bromberg, quien tampoco pronunció demasiadas palabras en el recinto de deliberaciones y sólo tuvo sus quince minutos de fama al dar quórum en una sesión con su presencia.
Al igual que el macrista Facundo Garretón, Alperovich si estuvo incluido en el ránking de los parlamentarios más ricos.
En el caso del actual senador, se convirtió en el representante de los tucumanos con la mayor fortuna, porque había declarado tener 460 millones de pesos.
La gestión de Alperovich transcurre, sin pena ni gloria, luego de su fallido intento por ser gobernador de nuevo.