El ex ministro de Planificación durante las tres administraciones kirchneristas, Julio De Vido, definió su situación legal como la de un preso político y mandó un mensaje al futuro gobierno de Alberto Fernández: “No puede haber un gobierno peronista con peronistas presos”.
En una entrevista con el periodista Santiago Cúneo, De Vido indicó que tanto él como otros ex funcionarios y empresarios ligados al gobierno anterior involucrados en causas de corrupción son víctimas de “una persecución feróz”.
Para fundamentar su argumento, hizo referencia a la causa conocida como “Los cuadernos de las coimas”. “Han tratado de quebrarlos a través de unos sinvergüenzas que fungieron de arrepentidos y después salieron corriendo a un escribano porque tenían miedo de ir presos”.
A continuación, el ex ministro marcó un contraste con su postura y la de quienes él aseguró están en sus mismas condiciones: “Acá no tenemos miedo. Estamos dispuestos a aguantar lo que sea necesario, pero no vamos a ceder en nuestras convicciones y en decir que hemos sido perseguidos. Las causas han sido instruídas con una falta de criterio procesal absoluto, propio de una dictadura”, expresó.
Al finalizar el concepto, De Vido escaló en sus acusaciones y aseguró que, de no haber perdido el actual Gobierno las elecciones, “íbamos inclusive al agravio físico”.
De Vido se encuentra en prisión desde octubre de 2017, cuando se dictó su prisión preventiva en el marco de la causa conocida como Río Turbio. También tiene prisión preventiva por las causa de las anotaciones de Oscar Centeno, por el caso GNL, por la cartelización de la obra pública y por los subsidios al transporte ferroviario. Además, está condenado por corrupción en la tragedia de Once. Pero en ese expediente no está preso.
fuente: infobae