La actriz estadounidense Sharon Stone, de 61 años, dejó sin palabras a los asistentes a la gala de los premios GQ Hombres al recrear el cruce de piernas más sensual de la historia del cine.
La intérprete participó en la gala de los premios de la revista GQ, que tuvo lugar en Berlín, para recibir el premio a la mujer del año. Sentada en el escenario frente al público, con un vestido corto y muy escotado, la estrella repitió la icónica escena de la película que la llevó a la fama e insinuó que el director Paul Verhoeven, la engañó durante el rodaje de la mítica escena.
Stone acudió a la gala con su hijo Roan Bronstein, de 19 años, que estaba entre el público, y explicó que aquella escena de Bajos instintos (1992) cambió su vida para siempre.
Durante la ceremonia, la actriz recordó cómo había surgido la escena en cuestión. “Hace algunos años, estaba sentada en el set y mi director me dijo: ‘¿Puedes pasarme tus bragas, porque se ven en la escena y no deberías llevarlas, pero [tranquila] que no veremos nada’”, recordó Stone. “Le dije que claro, pero no sabía que ese momento iba a cambiarme la vida”, dijo Stone antes de volver a hacer historia y pedirle a los espectadores que sigan sus movimientos.
“Ha llegado el momento de que decidan quiénes son. Ya es hora de decidir qué van a hacer con la parte más tierna, importante, hermosa, salvaje, apasionada e importante de ustedes mismos. ¿Qué van a hacer con ella?”, preguntó la actriz a los presentes.
Luego alentó a todos a recrear la escena, antes de agradecer a todos por el premio, y agregó: “Hubo un momento en que fui una broma“.
La estrella se veía sensacional con un look de lentejuelas con escote, que llevaba con medias negras y altos talones del mismo color.
En el año de su estreno, la película de suspenso protagonizada por Stone y Michael Douglas se convirtió en la cuarta película más taquillera en Estados Unidos. En cuanto a la escena del interrogatorio de Catherine Tramell, es considerada uno de los momentos más pausados de la historia del cine.
Un par de años atrás, Sharon subió a su cuenta de Twitter un minuto de la audición. La vemos, en un primer plano, despeinada, ella, su voz, la sonrisa maliciosa, una copa y un cigarrillo. Luego de ese minuto era imposible no darle el papel.
En 1992, año del estreno de Bajos instintos, Sharon Stone tenía 34 años y llevaba una década tratando de hacerse notar en Hollywood. Había participado en una decena de películas pero sin llegar a protagonizarlas. Aprovechó su oportunidad cuando le tocó un buen papel en El vengador del futuro, de Paul Verhoeven, quien dirigiría también Bajos instintos.
El momento que la llevaría a convertirse en una sex-symbol no estaba así en el guion. Verhoeven le pidió que se quitara las bragas porque reflejaban la luz al descruzar sus piernas y le prometió que no se veía nada.
Años atrás, su risa ante la pregunta de si había vivido situaciones de acoso se hizo viral en las redes sociales. “¿Puedes imaginar cómo era cuando llegué aquí hace 40 años? ¿Con mi aspecto? Viniendo de ninguna parte, Pennsylvania. Llegué sin ninguna protección. Lo he visto todo”, dijo la actriz.