Por Manuel Rivas* Director de Diario Cuarto Poder | Producción local a full. La actividad teatral en la provincia es muy rica, a tal punto que es la segunda en importancia luego de Buenos Aires. La obra “¡A mala lluvia, buen paraguas!”
“¡A mala lluvia, buen paraguas!”
En Tucumán hay un público que responde al circuito teatral con la presencia en las distintas salas en donde recibe distintas propuestas entre las cuales también se puede optar por producciones originales, como el caso de la obra “¡A mala lluvia, buen paraguas!” estrenada el viernes pasado en el Círculo de la Prensa.
El texto le pertenece a la experimentada actriz y dramaturga, Inés Mangusi, y a su compañera de elenco, Andrea Rivas, en su auspicioso debut autoral. Se trata de una típica comedia de enredos a la que las propias autoras señalan como una tragicomedia rural contemporánea ambientada en el sur de la provincia.
Original escritura y texto atrapante
La escritura de la obra se hizo de una manera original, con el uso de mensajes que iban y venían desde los celulares y dieron como resultado una entretenida obra que, no podría encuadrarse como comedia, por la muerte de un personaje.
El texto final resulta atrapante y también puede configurar en un mensaje sobre los excesos de una clase social que explota a los más débiles, pero que también obedece a lineamientos patriarcales en donde la mujer resulta la víctima involuntaria, al ser tratada como objeto o tener que obedecer a los mandatos familiares por sobre el amor.
Las actuaciones femeninas
A estos diálogos escritos por Mangusi y Rivas, le pusieron el cuerpo las propias autoras, además de los actores José Ibiris Mauril y Patricio Gómez de la Torre.
Rivas interpreta a la esposa de un hacendado (Oriana) cuya muerte la deja al frente de la administración de sus bienes y tierras, mientras que Mangusi (Adelma), se pone en la piel de una empleada que guarda oscuros secretos, propios y ajenos, y conoce muchos aspectos de la vida de su patrona.
La interpretación de la dupla femenina es sólida con la frescura que le aporta Rivas y la gran experiencia de Mangusi que se pone de relieve en varios pasajes, con un gran bagaje de recursos actorales. Incluso los cambios de roles de los personajes en circunstancias particulares se logran de manera exquisita.
Los actores y su aporte
No desentona Gomez de la Torre, quien es un supuesto arrendatario de las tierras de Oriana, llamado Evaristo. También le toca un pasaje en el que tiene que representar dos personajes en uno, lo que logra de manera acertada.
El otro personaje, Lindor, un curandero de animales que interviene en confusas situaciones de posesión que se dan en la historia, es interpretado por Ibiris Mauril, quien logra situaciones de gran hilaridad en el público.
Lindor es un hombre de campo atravesado por las supersticiones y que recibe el legado de la curación de manera oral. Está preocupado por seguir la tradición de pasar esos dones curativos lo lleva a anotar sus conocimientos en un cuadernito.
Un recurso final interesante
En el final, un recurso nos permite saber algo más de los personajes, sus sentimientos, frustraciones y deseos.
Una obra sólida, entretenida y con muy buenas actuaciones. Digna de disfrutar, y más con el hecho de ser un texto escrito por tucumanas tan talentosas.
El próximo fin de semana, viernes y sábado a las 22, en el Círculo de la Prensa, será una buena oportunidad para ver a estos talentosos tucumanos en acción.
Más de 40 autores y 60 grupos teatrales
La dirección de la obra “¡A mala lluvia, buen paraguas!”, le correspondió a Rolo Andrada (foto), artífice del Grupo Teatro Armando Discépolo.
Al final del estreno fue él quien le explicó al público la labor de cada uno de los participantes, lo que fue seguido de aplausos en cada uno de los casos.
Pero además del reconocimiento a quienes le dieron forma a la obra, el actor y director de tremenda trayectoria, le pidió al público que apoye al teatro tucumano y destacó que hay alrededor de 40 dramaturgos y unos 60 grupos teatrales que hacen de la provincia la segunda plaza del país, luego de Buenos Aires.
Esa generosidad es destacable, porque la gente que realmente ama el teatro piensa en el conjunto y no en el rédito de su propio grupo.
La propuesta de “¡A mala lluvia, buen paraguas!” se completa con la sonorización, a cargo de Juan Manuel Albornoz; la asistencia de dirección y producción de Miguel Miranda; y la fotografía, filmaciones y videos, a cargo de Santiago Rusiñol.