Marcela Luchetti, ex mujer de Alberto, con quien estuvo veinte años juntos y tuvieron a Estanislao. Luchetti es abogada y trabaja en la AFIP. Allí se desempeña como jefa de división, un cargo alto y operativo. Cuando Estanislao cumplió 8 años, Marcela y Alberto se separaron.

En ese momento Estanislao eligió quedarse a vivir con su madre y, según contó, no había ninguna razón en especial en esa decisión.

“Si yo me quería quedar con mi viejo, lo hubiese podido hacer. (…) Por tema político, de su trabajo, era más probable que se fuera mi viejo y no mi vieja de la casa. Siendo chico, decidí quedarme con mi mamá, con ella tengo una relación de amistad y amor que, creo, ojalá alguien pueda tener. A mis padres los veo muy parecidos, tuvieron un matrimonio de veinte años, fueron padres de más grandes, en su segunda parte del matrimonio. Se llevaban bien, con sus diferencias”, expresó el joven en una nota con Franco Torchia, en el programa radial No se puede vivir del amor, en AM 1190.

Después de la separación, Marcela y Alberto continuaron con sus respectivas vidas.

En el caso del Presidente, se le conoció una relación con Vilma Ibarra, hoy secretaria legal y técnica del Gobierno.

Y desde hace cinco años, el primer mandatario está en pareja con Fabiola Yáñez.

En cuanto a Marcela, en un primer momento sintió que era mejor no llevar a otro hombre a aquella casa en la que vivía con su hijo y su perra, Frida. Marcela crió a su hijo con mucho amor y comprensión.

Lo acompañó en todo momento, incluso cuando él comenzaba a robarle pícaramente la ropa, una cuestión cero problemática para ella, y que tenía más que ver –según contó Estanislao en la mencionada entrevista con Torchia– con la talla pequeña, que era coincidente.

Pasada la adolescencia, Estanislao comenzó a lookearse de forma distinta y fue entrado en el universo cosplay, una temática con la que se fue haciendo conocido y donde fue adoptando varios nombres hasta que llegó al actual, Dyhzy.

Cada vez que se montaba, Estanislao lo hacía fuera de su casa.

Su madre tomó conocimiento tiempo después y, según cuentan, lo hizo con naturalidad.

Estanislao sintió que podía ser en un principio rechazado por sus padres, algo que no sucedió.

El 27 de octubre, Marcela estuvo en el bunker donde se festejó el resultado de la elección presidencial.

Y fiel a su estilo, mantuvo un bajo y muy discreto perfil.

fuente: Perfil

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