Lo anuncio el ministro de Trabajo, Claudio Moroni. “Queremos que los sectores que perdieron poder adquisitivo recuperen lo más que puedan”, dijo.
Moroni explicó que el aumento tiene como fin poner un piso a las futuras negociaciones de paritarias, las cuales se gestarán en los próximos meses, luego de un año con una inflación superior al 55%.
Además, subrayó que irá acompañado por una negociación con los empresarios para evitar su traslado a precios. “La política de precios y salarios tiene que ser convergente. Si los aumentos nominales se van a precios, no servirá de nada”, remarcó.
En un principio, algunos gremios apuntaban a que el aumento sea de $10.000, pero las empresas adelantaron al Gobierno que esa suma sería muy difícil de pagar en algunos rubros, por lo que se definió que sean menores.