El encargado de la distribuidora de limpieza asaltada el sábado donde un policía de Servicio Adicional fue herido, aseguró que la zona es altamente insegura y que la mayoría de los comercios deben pagar servicio privado de seguridad para poder trabajar. “Después de las 20 esta zona es tierra de nadie, ni estacionar los autos podemos porque los roban constantemente”, aseguró Marcelo Urtiaga.

El sábado a las 21, una distribuidora de productos de limpieza sufrió un intento de robo en avenida Roca al 3.800. Rafael Díaz, policía que realizaba un servicio adicional para la empresa, recibió un disparo en su pierna luego del ataque.

Los delincuentes eran siete y llegaron en cinco motos. A las 21.20, Díaz custodiaba la entrada del mayorista. La banda rodeó al guardia y lo redujo, detalla La Gaceta.

Uno de los atacantes, se encargó además de robarle su arma reglamentaria y de vigilar que no se moviera. Los demás agresores intentaron, sin éxito, forzar el portón cerrado y acceder al galpón.

“Los empleados que todavía estaban en el salón cerrando cajas y reponiendo mercadería, se dieron cuenta de lo que pasaba y trabaron las puertas desde adentro”, indicó Marcelo Urtiaga, encargado de la distribuidora.

Tras ver frustrados sus planes, uno de los delincuentes le disparó a Díaz en la pierna. Según indicaron algunos colegas suyos, el tirador lo habría reconocido, ya que el policía se desempeñaba también como guardacárcel del penal de Villa Urquiza.

“Sabemos que está fuera de peligro, le dispararon de forma dañina; él nunca se resistió después de haber sido sometido”, indicó Mario Pereyra, guardia de un comercio cercano.

El encargado de la distribuidora aseguró que la zona es altamente insegura y que la mayoría de los comercios de la avenida pagan un servicio privado de seguridad.

“Después de las 20 esta zona es tierra de nadie, ni estacionar los autos podemos porque los roban constantemente. A una estación de servicio cercana la asaltaron varias veces seguidas”, aseguró Urtiaga.

La Policía cuenta con los videos de seguridad para tratar de dar con el paradero de los ladrones. Se investiga si los motociclistas participaron de otros ataques recientes en ese sector de la ciudad.

“Hace dos meses que estamos en este galpón; una banda tiraba perros desde atrás de los muros hacia el edificio y observaba en qué zonas saltaba la alarma”, enfatizó Cristian Luna, encargado de un corralón cercano. Según aseguró: “aplicaron esa táctica varias veces”.

El joven además explicó que vive en una casa que está dentro del predio y que allí sufrió otros robos.

“Entraron para las fiestas por un ventiluz que rompieron. Se llevaron garrafas, valijas con ropa, un parlante y electrodomésticos pequeños”, lamentó Luna.

Franco Medina, policía que además trabaja para el corralón, aseguró que el caso de Díaz está latente y que hay un detalle que no debe pasarse por alto: ”ahora roban armas, ya no se conforman con reducir al personal de seguridad”.

 

 

 

fuente. lagaceta

Comments

Comentarios